Revelan deforestación en la Selva Lacandona

7/mayo/2019

 

Fotos aéreas de Santiago Arau muestran como uno de los principales pulmones del continente es arrasado por la actividad humana

 

En la fotografía hecha por Santiago Arau se pueden apreciar ambos lados del río Lacantún, en Chiapas. En uno, la Selva Lacandona levanta árboles frondosos, ceibas centenarias que son refugio de los escandalosos monos saraguatos y dan sombra al vuelo de guacamayas, loros o tucanes. Del otro, el terreno está parcelado y la deforestación es evidente.

El ecosistema de la selva, de acuerdo con datos de la asociación Natura Mexicana, originalmente ocupaba alrededor de un millón 800 mil hectáreas, mismas que se han reducido a menos de una tercera parte. En la actualidad, las causas de esto son que ha habido una transformación hacia potreros para ganadería y para cultivos agrícolas de autoconsumo.

Aunque el Estado mexicano decretó el territorio como área natural protegida desde 1978, en este lugar existen otros problemas relacionados con la ocupación y es que miles de esas hectáreas ahora están abandonadas debido a su improductividad e infertilidad, lo cual ocasiona que su población se continúe empobreciendo.

La parte verde de la fotografía corresponde a la Reserva de la Biosfera Montes Azules, que es un lugar donde se conservan la mayor cantidad de especies de México. Incluso alberga a las últimas poblaciones sanas de muchas especies, varias en peligro de extinción, como el tapir, el jaguar, el jabalí de labios blancos y la guacamaya roja.

La zona deforestada que se puede observar en la foto es parte del municipio de Marqués de Comillas. De acuerdo con especialistas en Ciencias Biológicas y de la Salud de la UAM Iztapalapa, la ocupación de este territorio fue fomentado por el gobierno desde los años setenta a partir de la reubicación de miles de campesinos provenientes de diversos estados del país.

Debido a su escasa relación con el entorno, los sujetos que llegaban a la zona no tenía conocimientos en el uso de los ecosistemas tropicales, lo cual, explican los especialistas, “provocó que, con los apoyos de las políticas agropecuarias gubernamentales, los nuevos habitantes deforestaran de manera acelerada sus nuevas tierras cubiertas de selva. Además, la vegetación incluye la vegetación ribereña, lo que determina alteraciones importantes en los cauces y en las poblaciones de fauna acuática”.

Sin embargo, la deforestación no es el único problema que deben enfrentar los habitantes de Marqués de Comillas. Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la condición de vida de esa población es considerada como de alta pobreza. De hecho, únicamente dos ejidos del municipio son considerados de pobreza media y es donde se llevan a cabo actividades económicas relacionadas con los servicios.

Respecto a la preocupación ambiental por parte del gobierno, Julia Carabias y Enrique Provencio escribieron para la revista Este País que de 2015 a la fecha, el presupuesto para medio ambiente ha disminuido en 61 por ciento para la Semarnat, 60 por ciento para la Conagua y 70 por ciento para la Comisión Nacional Forestal.

En el rubro de la conservación de la áreas naturales protegidas, los especialistas perciben una situación crítica, pues desde 2016, el presupuesto asignado a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) ha disminuido considerablemente. En 2017 la reducción fue del 24 por ciento y en este año fue casi del 28 por ciento.

Para los especialistas es de vital importancia aumentar el presupuesto destinado a las áreas naturales protegidas, pues contribuyen a “la conservación de la biodiversidad y su uso sustentable, impulsa el bienestar social local y mantiene el conocimiento tradicional”.