Civiles armados en EU, a la caza de indocumentados

16/noviembre/2018

Centinelas voluntarios, fuertemente armados, que se han dado a la tarea de patrullar los puntos más remotos de los 3 mil 145 kilómetros de frontera, que comparten México y los Estados Unidos. Lugares como éste, a dos horas de cualquier ciudad, aquí, en San Ygnacio, Texas, a metros del Río Bravo y Falcón Tamaulipas, donde no hay muros, ni soldados ni alambres de púas, y apenas una casi inexistente presencia de la Patrulla Fronteriza.

Aquí es donde ellos cazan a inmigrantes.

Él es Joseph, miembro del grupo paramilitar “Texas Border Rangers”. Pelotón de aproximadamente 400 voluntarios, armados hasta los dientes. Ellos por su propia mano y a su manera ejecutan la ley y el orden fronterizo. Sin que ninguna autoridad federal, estatal o local les diga nada.

La retórica antiinmigrante del presidente de los Estados Unidos se ha convertido en su llamado a las armas. Para los miembros de este grupo de civiles, formado desde la década de los noventa, Donald Trump tiene toda la razón al atacar a los inmigrantes indocumentados.

Están convencidos de su misión: detener a quien intente cruzarla de manera ilegal a los Estados Unidos.

Más del 70% de estos paramilitares son exsoldados norteamericanos, veteranos de Iraq, Siria y Afganistán. Su entrenamiento militar, dicen, no sólo los califica para poder patrullar la frontera de su país; sino también para rescatar a inmigrantes abandonados por “coyotes” en pleno desierto.

Según el Southern Poverty Law Center existen 300 grupos paramilitares en los Estados Unidos, con aproximadamente 60,000 a 100,000 miembros voluntarios.

Muchos portan rifles AR-15 semi-automáticas, modificadas para actuar como metralletas y pistolas Glock tipo escuadra. Además de cuchillos militares. Consideran a todo individuo, esté armado o no, que intente cruzar la frontera, como un enemigo de la nación y no tienen problema alguno en usar sus armas, para defender, dicen, a los Estados Unidos.

Oficialmente, la patrulla fronteriza condena el patrullaje y portación de armas por parte de los grupos paramilitares en las áreas aledañas a la frontera con México. No obstante, la realidad es otra, ya que no hacen absolutamente nada para detenerlos.

Son los exsoldados que conforman las fuerzas civiles en la frontera con México, en nombre de Donald Trump, cazando inmigrantes hispanos.