Editorial

14/junio/2025

Este país va a crecer con inversiones no con animadversiones entre gobierno y oposición; las versiones de que se hunde México contra la que hubo malos gobiernos deben remediarse, rectificando políticas por un lado y metiendo a la cárcel a los que se les compruebe que desfalcaron a México, pues la sola referencia de la corrupción sin culpables huele a impunidad -con tonalidades de demagogia-, de la que gozan hoy muchos de los opositores.

 

Eso extraña.

 

¿Si ahí está la evidencia, porque no hay cárcel?

 

Pues porque también hay un tribunal federal que entrampa el caso, dilata el caso y prorroga el fallo.

 

Por otro lado, quien genera el empleo es el sector privado, no el gobierno, digan lo que digan.

 

Vamos al cierre del primer año de gobierno y de ahí nos vamos hacia la mitad del sexenio en el que se tiene que ver el para dónde vamos, aún a sabiendas de todos desde antes, que en seis años nada más no se pueden resolver los grandes rezagos sociales como los flagelos lesivos a la sociedad que padece el país.

 

Si no, no hay un despegue al desarrollo social no avanzamos; pero igual está de más que finjan demencia en la oposición y muestren una defensoría por el pueblo que no hicieron antes, y es por eso que aun señalen y critiquen a la 4T, esa base social no les da presencia, los rechaza.

 

Los pretextos también han sido la recurrencia de los presidentes desde aquel “no nos volverán a saquear”, un grito desesperado de López Portillo que no le sirvió de nada al país y por el contrario, desanimó la inversión en una nación que recibió Miguel De la Madrid hecha jirones, logrando estabilizar la situación -y hasta permitió la apertura política-, que vino a descuadrar de plano Carlos Salinas de Gortari, el otrora innombrable al que nadie molesta -como tampoco no hay nada jurídicamente ante la fiscalía general de la República contra Fox, Calderón o Peña-, que fue quien vendió casi todo lo paraestatal a la iniciativa privada, para que promoviera la extensión y expansión de sus servicios, y generara el empleo, pero el sector empresarial no fue parejo.

 

Ahí inicio el llamado periodo neoliberal; treinta años de prosperidad para los de arriba, y más pobreza para los de abajo.