Las crónicas de un continuo despertar

16/mayo/2017

 

Arít León Rodríguez

 

Ayer me di el espacio de llevar a unas visitas al Cristo de Copoya.

Honestamente ni yo lo conocía, salvo de lejos, y aunque es alto, grande, brillante y hasta algo vistoso, no me impresionó.

Tal vez porque a mi visita no le acompañó el fervor de la ideología que mueve las venas de la fe y observe un espacio que necesita atención, que no tiene agua corriente en los baños, que está seco afuera y húmedo por dentro, y que hace pensar que con tantas filtraciones de agua y oxido, esa cruz se va a venir abajo en unos años.

Ni recuerditos habían para llevarse del lugar, mas que unas estampitas tristes y una oración al cristo de Copoya que no conocía, pero bueno, eso no es extrañarse, yo no conozco casi ninguna oración.

 

***

 

Las oraciones son las frases que sirven de consuelo cuando nos encontramos con que las autoridades que deben mantener el estado de orden en la ciudad no brindan el auxilio necesario para mantenernos a salvo de personas nefastas y acosadores.

Justamente estoy en espera de resultados por parte de las autoridades ya que un agravio fue cometido hacia mi persona, y con toda la paciencia del mundo, realice todo el procedimiento para que la ley tuviera las herramientas para que fuera cumplimentada.

Sigo en espera. Disfruté el amanecer en las escaleras del la fiscalía, mientras veía como los policías tardaron casi cuatro horas en redactar su parte informativa –la cual en parte tuve que dictarla al amanecer- porque estuvieron un buen rato con el detenido –que me agredió-  platicando con él.

Pudo haber sido parte del show ostentarme como una peona en el ajedrez de los medios, exponer que la violencia es aberrante y hasta hacer un live show –bastante justo- de todo el pandemonio que es soportar la burocracia.

No lo hice. Como la ciudadana ordinaria que soy, espero.

Ya le contaré los avances y progresos de mi situación, la cual por lo mismo y para no terminar haciendo una caricatura de la misma, mantengo en el contexto legal y ciudadano que considero debe tener.

Les iré contando la crónica de esta experiencia, no lo dude.

 

***

 

Un niño desapareció de su domicilio el día domingo, y fue hallado horas mas tarde por la quinta oriente y cuarta norte.

El niño mencionó que un sujeto que dijo ser amigo de su papá le dijo que se fuera con él, y el menor accedió. Aun cuando el menor fue hallado, se presume que fue victima de comisión de delitos graves en su persona.

Hablemos con nuestras hijas e hijos, aun sean muy pequeñitos. El saber que existen peligros en todos lados, les ayudará a evitar ser engañados y lastimados por personas que lo intenten.

Espero –de todo corazón- que las autoridades se apliquen y den con este delincuente, y no se vean tibias al hacerlo.