Agencias
Cada año se pierde entre el 30 y el 40 % de las colmenas de abejas en España, según Mariano Higes, investigador del Centro de Investigación Apícola y Agroambiental de Marchamalo (Guadalajara). Desde este centro —parte del Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal (IRIAF) de Castilla-La Mancha— se trabaja para hacer a las abejas más resistentes a factores de estrés abiótico como el cambio climático, la pérdida de hábitat y los productos químicos peligrosos.
El cambio climático ha provocado el desacoplamiento del crecimiento de los abejorros y de la flor (…). Además, tenemos como dos primaveras, explicó Higes durante una visita al centro organizada por Calier, laboratorio especializado en soluciones para apicultura, y dirigida a periodistas de APIA y APAE.
Anteriormente, las colonias, como los osos, dejaban de criar en noviembre, evitando así el estrés productivo y frenando la reproducción de parásitos como la varroa. Sin embargo, en la última década, esa “pared invernal” ha desaparecido.
El centro participa en una iniciativa de siete millones de euros que busca desarrollar una apicultura más resiliente, junto a 17 grupos de investigación de toda la Unión Europea. Entre sus actividades, analizan muestras de abejas y crías para detectar patógenos como la varroa.
Higes alertó sobre los tratamientos artesanales que algunos apicultores emplean para combatirla, ya que pueden generar cepas resistentes y dejar residuos en la cera. Este ácaro externo, Varroa destructor, llegó a España en 1985 y desde entonces ha sido una amenaza constante para la apicultura.
La desaparición del invierno biológico permite que la varroa se reproduzca durante todo el año, lo que ha reducido la eficacia de los tratamientos. Actualmente, el centro colabora con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) para modificar el Real Decreto 608/2006 y reforzar el control de enfermedades en abejas melíferas.
Calidad de la miel y supervisión sanitaria
El centro también recibe y analiza mieles enviadas por productores de todo el país para evaluar su calidad. En los últimos dos años han procesado más de mil muestras anuales, según la directora del Laboratorio de Productos de la Colmena.
Entre las medidas propuestas se encuentra la concienciación sobre el uso adecuado de medicamentos, evitando el desarrollo de resistencias y la contaminación de la cera. Los investigadores consideran insuficiente la actual obligación de un solo tratamiento al año contra la varroa.
Críticas a la Ley del Medicamento Veterinario
José Alberto Viñuelas de la Fuente, director del centro de Marchamalo, afirmó que el Real Decreto 666/2023 —conocido como Ley del Medicamento Veterinario— debería incluir un apartado específico para la investigación animal. La normativa exige que cualquier medicamento utilizado en abejas cuente con receta y esté registrado en el sistema PRESVET.
Viñuelas advirtió que esto dificulta la respuesta ante enfermedades nuevas, ya que no se puede aplicar un tratamiento sin antes haber realizado un diagnóstico completo, lo que retrasa la acción sanitaria.
Este fenómeno no es exclusivo de España. Según el European Reference Laboratory for Bee Health, la mortalidad media de colonias invernales en Europa oscila entre el 10 % y el 33 %. La tasa española (30-40 %) está por encima del promedio, lo que evidencia un agravamiento particular por factores climáticos, sanitarios y de manejo.
El proyecto europeo BeeHealth, en el que participa Marchamalo, documenta la relación entre el calentamiento global y el aumento de infecciones. La falta de descansos fisiológicos en inviernos más cortos impide el control natural de parásitos y altera los ciclos de cría.
La Red de Laboratorios de Sanidad Animal (RELASA) también ha denunciado la falta de flexibilidad del sistema PRESVET para situaciones de emergencia o investigación, solicitando una revisión del marco legal para facilitar ensayos clínicos no comerciales.