Redes sociales, ¿espacios de equidad o de discriminación?

17/mayo/2025

Se trata de herramientas tan poderosas, que sirven con efectividad para ambos propósitos

 

AGENCIAS

 

Las redes sociodigitales han tenido un papel importante en la promoción de la equidad de género, pero también en la perpetuación de la discriminación.

Estos espacios han sido fundamentales para visibilizar las luchas feministas y promover la equidad de género, a través de movimientos como #MeToo en Estados Unidos y #NiUnaMenos en América Latina, con los cuales se ha denunciado la violencia de género sistemática y se ha exigido justicia.

En México, la activista Olimpia Coral Melo impulsó la “Ley Olimpia” para penalizar la difusión no consentida de contenido íntimo. Su experiencia personal de violencia digital la llevó a fundar el Frente Nacional para la Sororidad, que ofrece apoyo legal y psicológico a víctimas de violencia en línea. La ley ha sido adoptada en casi todos los estados mexicanos y ha inspirado iniciativas similares en otros países latinoamericanos.

“Cada ‘like’ a esas publicaciones es una agresión, cada ‘me gusta’ es un golpe. Cada vez que alguien comparte contenido íntimo de una persona que no lo permitió es como una violación”, declaró en su momento la activista.

Otra organización destacada es la Colectiva Luchadoras, que combate los estereotipos de género y la violencia digital mediante la creación de contenidos y la promoción de una “Internet Feminista”. Han documentado diversas formas de violencia en línea y ofrecen herramientas para la autoprotección digital.

En 2020, en el contexto de la pandemia de Covid-19, redes como TikTok, Instagram y YouTube permitieron que comunidades LGBTQ+ celebraran el orgullo de forma remota, aumentando la visibilidad y la inclusión digitalmente.

También en 2020, especialmente tras la muerte del estadounidense George Floyd se dio una movilización global contra la violencia policial y el racismo sistémico, en el que millones de personas usaron redes como Twitter, Instagram y Facebook para difundir información, organizar protestas y presionar por reformas políticas.

Ese mismo año, Microsoft impulsó el uso de las redes para visibilizar la importancia de la accesibilidad en tecnología. Usuarios con discapacidades compartieron cómo la tecnología inclusiva impacta sus vidas, promoviendo empatía y diseño accesible.

El lado oscuro

Sin embargo, a pesar de su potencial emancipador, las redes sociales también pueden ser espacios de discriminación y violencia de género. En Estados Unidos, desde la adquisición de Twitter –ahora X– por Elon Musk en 2022, se ha registrado un aumento del discurso de odio hacia la comunidad LGBTQ+. Una encuesta de Amnistía Internacional y otras organizaciones reveló que el 60 por ciento de los participantes observó un incremento en el discurso abusivo en la plataforma.

Entre 2016 y 2017, Facebook fue utilizado para difundir discursos de odio y desinformación contra la minoría musulmana rohinyá, en Myanmar. Un informe de la ONU señaló que la plataforma facilitó la incitación al genocidio.

En 2019, documentos internos de TikTok revelaron que la red pedía a moderadores limitar la visibilidad de creadores con discapacidades o que no encajaran en ciertos estándares de belleza, fomentando así la exclusión.

En México, un estudio encontró que el 82.7 por ciento de las mujeres encuestadas había experimentado insultos en línea, principalmente por parte de parejas o exparejas. La mayoría no denunció los hechos, y las emociones más comunes fueron impotencia y ansiedad.

Además, las mujeres en política enfrentan violencia de género amplificada por las redes sociales. Según la investigadora Cecilia Galván, al menos una de cada tres mujeres políticas ha sufrido este tipo de violencia, que incluye comentarios sobre su apariencia y cuestionamientos sobre su capacidad.

“Los grupos antiderechos son muy activos en redes sociales y están permanentemente atacando a personas por condiciones de género”, alerta Galván.

En 2020 activistas afrodescendientes denunciaron que sus publicaciones eran eliminadas o limitadas más frecuentemente que otros contenidos, incluso cuando no violaban reglas. El sesgo algorítmico fue objeto de investigaciones internas.
También en 2020, en varios países se difundieron teorías conspirativas dirigidas a comunidades negras y latinas, lo que llevó a desconfianza hacia las vacunas y peores resultados sanitarios.

Las redes sociales son herramientas tan poderosas, que pueden servir tanto para promover la equidad de género como para perpetuar la discriminación. Por ello es urgente fomentar una cultura digital que priorice el respeto, la inclusión y la justicia de género. Esto implica no sólo la creación de leyes y políticas públicas, sino también la educación y sensibilización de la sociedad en su conjunto.