Editorial

28/mayo/2025

 

Luego de que a pregunta expresa, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que las actividades de los agentes de Estados Unidos en México están reguladas y cumplen sus actividades en el marco de la ley, una lista de presuntos personajes de la política, no solo miembros de la 4T, empezó a circular en redes sociales, como presuntos nexos o parte del narcotráfico, en información originada en Estados Unidos.

 

En tanto los agentes del país vecino, “Tienen muy claras sus atribuciones y cómo deben operar”, y en el supuesto que respeten el acuerdo –del que no sabremos nunca su contenido-, no impide se enteren de información privilegiada que necesariamente deben de comunicar a sus superiores en su país.

 

De ahí se desprende que la DEA, FBI, inteligencia y las oficinas que correspondan, se enteran antes de la información que recaben que las autoridades mexicanas, si es que pasan el dato, y desde luego que la referencia, y aunque tengan muy claras sus atribuciones y cómo tienen que operar en México, la verdad es que no respetan esas normas, y actúan a manera de espías de inteligencia, como lo han hecho siempre.

 

Pero en el también supuesto caso de que se actué en común acuerdo y de manera transparente, eso beneficiará a ambas naciones pues en distinto grado, si en EU el problema es el alto consumo de drogas, huelga decir que acá ponemos a los muertos.

 

Se quejan de que las drogas matan a viciosos, acá con sus armas matan a gente inocente.

 

De ahí que la colaboración debe ser sincera, de buena fe, con buenas fuentes, para mejores éxitos.