René Delios
Nuevamente –o sea por enésima vez-, le dan en los tobillos a la presidenta en la idea ridícula de que se va a caer, con el tema de la baja producción de granos en México para éste 2025, en momentos en que promueve estrategias para alcanzar la autonomía alimentaria.
No faltan los estudios que auguran –bien sustentados, esos sí- que debido a la sequía y el estrés hídrico que padece el país desde hace varios años, la producción de granos y oleaginosas tendrán “su peor caída” de los últimos 25 años, principalmente de maíz, trigo y sorgo.
No, no es dato oficial, es particular del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, que la deja caer en momentos que el gobierno federal busca aumentar la soberanía y autosuficiencia alimentaria del país.
Así que no, no se va a lograr eso en 2025, pero eso no quiere que el programa se deje caer y por el contrario, hay que apoyar ahí en dónde si hay agua, y en Chiapas eso no es problema aun el estiaje se presente, recordando a los malos augurios que, en México, están los mejores brazos que sin importar las condiciones incluso climáticas, “le entran” al quite –incluso en el extranjero- y si se logra en el sexenio la autoalimentación de la nación para no importar comida, mejor, aparte de que también está en proceso el alcanzar la autosuficiencia en combustibles.
Desde luego que hay los que se burlan, que son los mismos que alegan que México se hunde, cuando el peso se mantiene estable, aun los quebrantos y desajustes en los mercados bursátiles por los aranceles impuestos por Trump a decenas de países en el mundo, solo que en el caso de México, hizo pausa, porque la presidenta lo ubicó con nivel, y los que no reconozcan eso, ni modos.
El caso es que éste año se van a tener que importar granos, y no faltan los que se alegran, cuando la solución es comprarlas toneladas necesarias, pero a través de importadoras honestas, no las que especulan, y que quieren los permisos para hacer los negocios leoninos de otrora. No, mientras pasan estos efectos del clima derivados del negado cambio climático, que se remediaría en una década con pura reforestación a destajo, pero en eso no gastan los gobiernos neoliberales, como sí lo hace México que incluso, mantiene presupuestos en Centro América con el programa “Sembrando Vida”, que la miopía no comprende –incluyendo la gringa-, ante la importancia de mantener y desarrollar los pulmones del mundo, en especial el de Mesoamérica, que como el amazónico, son los más grandes ecosistemas del continente.
Pero esa es otra vaina.
El caso es que de 2021 a la fecha se incrementaron 150 por ciento las importaciones de granos, por lo que se van a comprar 49 millones de toneladas en 2025.
¿Y?
Se comparan y ya, mientras se buscan diseños que permitan hacer llegar el riesgo a esas regiones del norte, pues se puede, como lo hacen los chinos en el desierto de Goby, en donde ¡Están reforestando!
Más fácil es sembrar maíz, frijol, sorgo, amaranto, arroz, trigo, soya –pero no la RR-, avena entre otros, que árboles en un desierto; se trataría –supongo- de un plan a mediano y largo plazo, ahora que sí hay continuismo en los proyectos de gobierno, y más con el autoalimentario que debería verse, la neta, como de seguridad nacional.
Sí, igual que el de control de la producción de energéticos por parte del Estado, como se volvió ahora, pues si la controlaran las empresas extranjeras, ya se las hubieran puesto a disposición a don Trump para contrarrestar la presión de Canadá.
¿Qué no?
Por eso ni Canadá le entregó los energéticos a su también vecino, y los mantuvo bajo su control, y ahora es el revire que le da a EU al elevarle tarifas de consumo en sus estados colindantes, desde Maine hasta el de Washington, es decir quince entidades colindantes con el país del Maple pagarán 25 por ciento más el consumo de la electricidad que les llega desde Quebec.
Pero decían que no, que la energía de México debía de concesionarse.
El pasado fin de semana, el gobierno federal comenzó con el programa Cosechando Soberanía, con el que busca fortalecer la autosuficiencia alimentaria de productos básicos este 2025, y propone producir 21.3 millones de toneladas de maíz, 730 mil de frijol y 221 mil 500 de arroz. Con la sequía y falta de agua, que afectan a los estados del norte, noroeste y del centro, se buscan aplicar distintos métodos para alcanzar estos volúmenes.
Pero se olvidan del granero de México, que tiene agua, tierras, brazos, diferentes climas para diversas semillas y oleaginosas.
Acá en Chiapas, están las condiciones dadas, y por la naturaleza, y esperemos que eso lo evalúe –pero sobre todo lo valore- bien la presidenta, sin escuchar a esos asesores que de piensan solo en el norte por su cercanía con EU, cuando Chiapas está ubicado en un lugar inmejorable para distribución de agroproductos al centro y sureste de México, abaratando costos de abasto.