Editorial

26/abril/2025

 

La verdad, los chiapanecos ni idea de quiénes son un buen de diputados y senadores federales actuales, e igual pasa con legisladores locales: apenas sabemos quiénes son.

 

¿Populares?

 

Para nada.

 

Se les dice de mención, no de corazón, y la mayoría proviene del tráfico de influencias y la corrupción política que se dice registró Morena con Mario Delgado, y que en Chiapas representó Carlos Molina Velasco, que no se destaca en nada, al menos que a conveniencia se mantenga en tan bajo perfil.

 

Si no se sabe mucho de los legisladores electos, menos de los legisladores plurinominales, muy cuestionados desde hace tiempo, y que siguen siendo una tarea electoral pendiente que se debe ya eliminar –o incrementar los constitucionalmente electos-, en un tema evadido luego de que se “tiró” la reforma electoral de AMLO por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que buscaba redecir en esas posiciones legislativas, distribuida a modo desde las dirigencias nacionales, lo que ha motivado desde el siglo pasado una corrosiva corrupción partidista, que ha permitido que lleguen a los legislativos federales gente sin oficio político pero si con presencia, como Silvia Pinal o Cuauhtémoc Blanco.

 

Como ese pendiente tenemos la segunda vuelta electoral, cuando haya alto abstencionismo: éste ya sabemos que denota o la poca confianza de los mexicanos en los procesos electorales, o el descrédito en que han caído los partidos y sus miembros “distinguidos”; la baja votación que se ha registrado en un buen porcentaje de distritos, ya los hubiera alertado, pero parece no importarles: siguen las imposiciones y ya en la era Morena, como lo vimos en el 21 y 24, sucederá lo mismo en las federales intermedias de 2027, en que se nominarán otra vez familiares de los mismos de ahora, habrá reelegidos, la misma cosa de desconocidos sin compromiso social, puyes Morena –al menos en Chiapas- esta haciendo lo mismo que hizo el priismo y sigue practicándose con el PRD y luego con el PVEM –el peor de los casos-, en que los diputados fueron diputados ante del partido y del gobierno, antes que del pueblo.