René Delios
¿Por qué Chiapas, Oaxaca y Guerrero presentan los más altos índices de analfabetismo?
Pero lo mismo pasa con el rezago educativo, considerado para el mayor de quince años que por algo no concluyó su educación primaria o secundaria, índice en el que, estas mismas entidades llevan mano, incluso en calidad en su infraestructura, y es la entidad la que presenta en un 75 por ciento de las escuelas, falta de servicios básicos completos.
El gobierno federal anunció éste fin de semana que, en un año, México erradicará al analfabetismo, pues su presencia es sinónimo no solo de pobreza –como la desnutrición-, sino que entra como violación de derecho humano a la educación por parte del gobierno.
Chiapas, como sabemos, en el llamado gobierno de la nueva era, inició antes del anuncio federal el ambicioso programa “Chiapas puede”, para alfabetizar a la gente; la entidad es la de mayor índice –para no variar- en la nación, y ese rezago representa el 11.5 de su población, unas 630 mil personas, en su mayoría ya adultos.
Podríamos entender que la falta de recursos suficientes orilló a que el rezago educativo se acumulara en la entidad, pero a la vez, acá, surgió un movimiento magisterial derivado de la falta de actividad de su sindicato, el SNTE, charro y dañino tanto a la educación como al gremio mismo, y la reacción de la disidencia en la CNTE, se ha prolongado casi cuatro décadas en los que ha quedado en el stand by el tema educativo, por ponderar lo laboral.
Así que en el caso de Chiapas –y también el de Oaxaca y Guerrero-, no solo es el asunto del analfabetismo, sino el de la calidad en la educación básica, y ahí que el magisterio disidente o no, debe aceptar sus deficiencias, mejorar su rendimiento frente a aula, pues no es posible esa baja calidad en profesionistas de la educación, en una país como éste, que aun arrastra lastres como el analfabetismo que ahora es nueva bandera social, y que esperemos en serio lo erradiquen para 2026, en algo que me parece un triunfalismo anticipado, porque la educación para adultos nunca ha sido fácil, por el tiempo de la gente, por lo lejos de los poblados, muy aparte del método que aplicarán para el programa de alfabetización –conocí años ha el del brasileño Freyre “Palabra generadora”-, y que debe tener un uso, una práctica, sino esos adultos –en especial los mayores-, volverán a caer en el analfabetismo por desuso de lo aprendido.
Y no es caer en eso de “lo que se prende, nunca se olvida”, pues en éste caso sí, y de ello hay un registro.
Matraz
Algunas organizaciones campesinas reclaman respuestas a sus demandas y extreman en un momento dado, su actitud ante determinada institución, por la nula atención.
Podríamos entender que ello obligue a dirigentes y seguidores a tomar edificios públicos o bloquear carreteras por horas, en demanda de una negociación, como sucede en no pocas entidades, pero eso de bloquear carreteras y de cobrar el paso de manera agresiva es otra cosa: es robo y amenaza sobre quienes no son los responsables de su inconformidad.
Evidentemente ese recurso –se supone- que le cobran a la gente por el paso, es para el financiamiento del movimiento, pero las forman se han extralimitado y lo peor, las consecuencias la padecen los ciudadanos, que deben ser respetados por los manifestantes, y si no, pues la autoridad debe hacer que los respeten.
No son pocas las vías que se bloquean en el país, y hasta hace poco estaban en la lista las vías Tuxtla-San Cristóbal, San Cristóbal- (Oxchuc) Palenque, costera de Chiapas, que bajo advertencia del gobernador Ramírez dejaron de ser usadas como medida de presión, pero siguen las autopistas Córdoba-Maltrata –en protesta de asaltos-, México-Cuernavaca o ruta a Puebla, entre otras tantas, en la que los afectados son terceros, tan solo porque unos líderes quieren que los escuche el gobierno, sacar taja, beneficio, a cambio de liberar una vía federal o estatal.
Estos bloqueos y demás acciones de organizaciones -la que sea-, generan altas perdidas y a los afectados nadie les retribuye el daño, y decepciona saber que por esa vía agresiva, estos grupos consiguen lo que quieren, pero como los afectados no están organizados por nadie, su reclamo se pulveriza y se quedan con las ganas de justicia.
¿Es justo? Pues no.
Ese punto de que en Chiapas no se bloquean ya carreteras, y se destaca que éste domingo 23, las gentes de los municipios de Palenque, Ocosingo, Chilón, Salto de Agua y Tumbalá, en amplia participación acudieron a la consulta pública para el proyecto del sexenio en materia de vías de comunicación, la “Autopista es nuestra, la ruta de las Culturas Mayas”, en favor de la construcción de la obra –que sustituye el paso por Oxchuc-, y que en la administración de Peña Nieto fue rechazada por grupos radicales que impusieron su criterio por sobre los demás, pues no todos son o eran o se hacen pasar como bases de apoyo del EZLN, que ciertamente en febrero pasado se manifestaron en la conocida carretera 199, acusando ha -o protestando por- que la Cuarta Transformación insiste en generar megaproyectos que sólo llevan a la división de los pueblos originarios, referencia que queda ya en una opinión más entre otras que hay en esa región de Chiapas que, éste domingo pasado, determino a propia voluntad otra postura, en un sí a favor de esa obra emblemática del sexenio de Eduardo Ramírez.