Las crónicas de un continuo despertar

25/marzo/2025

 

Arit León Rodríguez

 

Tremenda situación en la que se han involucrado un par de jóvenes en días recientes tras tener una fuerte rencilla que acabó en golpes y obviamente fue esta situación grabada por compañeros y compañeras que estaban en los alrededores.

Siendo estudiantes del COBACH obviamente es una de las instancias a la que los padres del joven agredido han recurrido tras también haber realizado su denuncia correspondiente ante las autoridades, y se señala en la misma que el joven agresor -que también es estudiante de bachillerato- pondera de tener respaldos políticos a través de su madre y personas que laboran en la fiscalía.

Cosa que sabemos que no necesariamente puede ser cierta, pero definitivamente genera incertidumbre en los menores con los que interactúa.

Independientemente de qué tan veraz sea esta información, el video de la agresión física que uno de estos jóvenes realizó sobre otro me recordó al célebre y lamentable evento sucedido en 2024, en el cual una niña de secundaria golpeó con una piedra en la cabeza a otra y una de ellas falleció, tras desarrollar ciertos síntomas y malestares que pasaron desapercibidos al inicio por su familia y que los doctores no consideraron al inicio como un punto de atención crítica.

Es que, los golpes en la cabeza deben ser considerados como algo grave y serio. Exigirle por ejemplo en casos como este, a los tutores de estos menores que corran con los gastos para realizar exhaustivamente tomografías a quienes sus hijos agredan.

 

Mínimamente.

 

Hay heridas que son internas y no se notan a simple vista hasta que es muy tarde, y una vida es una carga existencial y emocional para cualquier ser humano especialmente para un adolescente.

Pero bueno, hasta donde nosotros llegamos permitiendo este tipo de situaciones en nuestros jóvenes, a qué tipo de violencia los condicionamos vivir, que se les hace muy fácil el golpear de forma bestial a otro joven y amenazarlo de muerte como si fuese un chiste.

Obviamente me consta que en el plantel 13 existe una atención integral por parte de directivos y catedráticos, he tratado directamente con ellos y he recibido la calidez y profesionalismo, pero lamentablemente existen cosas que se salen del rango de sus posibilidades y control sobre los educandos.

Estamos viendo cómo muchas personas escogen observar y grabar y no intervienen en situaciones tan graves como la que se manifestó en la riña de esos dos jóvenes.

Se sobreentiende que en  este gobierno se están terminando muchos compadrazgos e intervenciones políticas que beneficiaban a personajes y a personas que abusaban de ciertas posiciones, y hemos visto como sujetos abyectos como “el papirringo” seguía atormentando a su víctima mientras huía de las autoridades,  porque le placía, y se sentía poderoso, hasta que llegaron por el.

Esperamos, obviamente, el desarrollo de las actualizaciones de las autoridades involucradas.