René Delios
Tanta acumulación de la riqueza en unos cuantos -y más por sobre el sufrimiento de otros, como ha sucedido a lo largo de la historia humana- es absurda, sea por un sujeto o una nación; no para el saber humanos sino por el dominio de éste, pareciera que no hay la visión de que somos alternativos, o a lo mejor hasta un accidente biológico que debería agradecerse y aprovecharse, en la idea mayúscula de que la inteligencia que poseemos no evolucionó en otras especies, y hemos pulverizado y se pulveriza tal capacidad en nuestras sociedades y gobiernos, con políticas subjetivas y para nada objetivas, contrario censu, dominantes, destructivas, a nombre de falacias como el poder y el dinero.
La cosa es qué en un momento del tiempo futuro, lo hecho por la humanidad no valdrá nada, si no es de utilidad como prioridad para el equilibrio natural en todo sentido, y eso no sucede ahora; contrariamente estamos afectando el clima de la biósfera y en menos de un siglo los índices de dióxido de carbono, plomo, uso de combustibles fósiles, deforestación de bosques y selvas, contaminación del agua -salada y dulce-, se ha dado y estamos afectando a riesgo un ecosistema formado a través de millones de años.
Y aun con eso aparecen las naciones “desarrolladas” que se auto llaman potencias –que destacan que tienen muchas armas con una capacidad de no dejar nada sobre la faz de la tierra y nos preguntamos sí ¿Es razonable que, te armes como para acabar el mundo aun a riesgo de terminar con tus mismos civiles? En vez de usar ese recurso militar para el verdadero desarrollo, pero contrariamente, aparecen grupos selectivos que comparten esos formatos: el de los siete, el de los veinte, en fin: son grupos de dominio, y en uno de ellos esta México, nación con propuestas que no son prioridad, por ahora, y que por su tipo de gobierno “populista” es visto de reojo.
Como humanidad tenemos casos a tratar como la pobreza y el cambio climático, ambas situaciones globales que minimizan los políticos de las potencias. En el caso del calentamiento global que es para la existencia no solo humana, es todo puro discurso desde hace una década en que se firmó el Acuerdo de Paris sobre efecto invernadero. Y así, otra cuestión social inexplicable como la pobreza, que se pueden solucionar con cooperación internacional, se minimizan aun la lesa humanidad.
Pero como así no funciona eso de la globalización, que es individualista -no comunal- a ultranza, se concentra en unos cuantos, no se distribuye equitativamente, y por el contrario se explota discriminadamente, manteniendo regiones completas en la pobreza pese a su riqueza regional, sea Chiapas o el Congo -con petróleo y gas el uno, con cobalto y oro el otro-, y así podemos describir regiones y presencias prepotentes y autoritarias de acuerdo a la región geopolítica, cuyos intereses cuando no ásperos se dan enfrentados, generando conflictos bélicos que son los que más generan pobreza, que es la mayor desgracia que tiene milenios y milenios de repetirse indistintas regiones o épocas del mundo.
O sea, que no, no está humanizado el poder que responde a factores o condiciones que han diseñado los propios humanos para depredarse y en una de esas, hasta para extinguirse.
Y aun los absurdos, las buenas propuestas se consideran utópicas aun sean viables, como esa de dedicar solo el “uno por ciento del presupuesto bélico en el mundo” para combatir la pobreza, y en la otra proponer que otro su uno se destine para combatir la desforestación y la contaminación ambiental, o sea, el cambio climático.
Como esas hay más, que sí destacan lo que pasa en la franja de Gaza, pero callan los abusos europeos en el Congo, que enfrenta una de las peores crisis humanitarias del mundo, y los niños y las niñas pagan el precio más alto, al perder a su familia y el silencio mundial de eso es evidente.
Sí ¿Humanizar el poder? Darle el sentido humano a toda la labor del estado, para que se traduzca en beneficio para el objetivo de todo gobierno, que no es otro que su pueblo.
¿Es utópico eso?
En el caso de México dicen en la oposición que doña Claudia está desfasada, y los de acá adentro en Chiapas, que esto de combatir la inseguridad por parte de Eduardo Ramírez es como de cuento pactado, cuando no hay mejor ambiente humano que permita el desarrollo que la tranquilidad y paz social.
Y eso que estamos en un pedacito del mundo, como ejemplo de lo complejo que va a ser humanizar a los gobierno que se eligen en el llamado mundo libre, que según esto es lo que legitima sus abusivas acciones.