Tubo de ensayo

20/enero/2025

René Delios

Muy aparte de que los titulares destacaran hoy la llegada de Donald Trump a la conocida Casa Blanca, y los más reaccionarios especularán por desconocimiento el por qué no fue invitada la presidenta de México, Claudia Sheinbaum a esa toma de posesión, en nuestro escenario siguen los mismos problemas muy aparte de los que genere el magnate, que por más que los infle en contra de México, será solo por cuatro años que contrario a sus bravuconadas, no creo que sean tiránicos, o que invada México so pretexto de venir a combatir al narco terrorista, y es claro que si no ve al narco blanco –sea la DEA o el FBI- que tiene dentro, al menos finge demencia, pues de siempre se ha sospechado que entre esos departamentos gringos están los que reciben la droga, la distribuye, cobra y lava el dinero que significan 150 mil millones de dólares anuales, y que desde luego se van para algunas bolsas que “de aquel lado”, no ve nadie, y uno se pregunta ¿Esa es la policía más efectiva del mundo?

 

Ese es por el lado del narco.

 

Esta también el otro motivo del acoso, que es la migración.

 

Una migración que no es tan temible en comparación al índice delictivo en que intervienen negros y “güeritos” en todo EU, pero que minimizan por destacar la mala fama que generaron los maras, que justifican eso que dijo Kristi Noem, nominada por Donald Trump para ocupar el cargo de secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, quien aseveró que hay más de 13 mil asesinos sueltos en ese país, que han cruzado la frontera, casi 16 mil violadores y perpetradores de agresiones sexuales y más de 425 mil personas con antecedentes penales, como si todos esos fueran latinos, o en peor de los casos, mexicanos.

 

Pero quien les dice que no a los soberbios gobiernos de EU, y va a aplicar las deportaciones, sean de manera escalonada o no, pues imagino que ya le hicieron un estudio serio para no afectar la producción agrícola o de servicios, que es en lo que más se ocupan a los latinos.

 

Pero qué con los mexicanos, que son aparte, y los que más presencia tienen en la “Unión Americana”.

 

Y mientras el llamado zar fronterizo de Trump, Tom Homan, dice que las operaciones para detener migrantes ilegales serán selectivas en varias ciudades, en los medios de comunicación del país vecino advierten que el nuevo mandatario tratara a la frontera sur como una zona de guerra, ante la declaración de que, los narcos en México, son terroristas y dominan al gobierno “de ese país”.

 

Y cómo no pensar así luego de que, un jefe de seguridad nacional fue agente de un cartel, y ese tipo de imágenes es difícil de quitar de un sexenio a otro –aun el cambio de siglas-, y creer a la primera que ahora sí se combate al crimen organizado y nada más no se han dado efectivos resultados, no para la óptica de Trump o de Estados Unidos, sino para los mexicanos mismos, que padece la violencia del narco en casi todo el país.

 

Si partimos de lo particular de Chiapas, observamos que desde tiempo ha se podía atender el problema, y devolver la tranquilidad en la Frontera, en la Sierra: ya actuaban a su antojo en la capital del estado, extorsionando a comercios, asesinando gente, ejerciendo el tráfico del miedo.

 

¿Por qué dejaron que eso creciera?

 

Porque no beneficio la imagen de nadie y si perjudico la del estado, como inseguro y eso no atraer inversiones ¿Cómo?

 

Los chiapanecos fueron los que vivieron en la zozobra por más de tres años y lo peor, sin que se les diera el mínimo de ayuda.

 

¿Porqué?

 

Porque esa es la pregunta que amerita respuesta: ¿Por qué dejaron que en Chiapas creciera el músculo de la delincuencia? Que, hizo de todo, hasta traficar con seres humanos, por lo que dispuso -¿Cómo no se van a dar cuenta los alcaldes de esos municipios?- hasta de dispositivos de cámaras de video para controlar caminos, y entre esas y otras, es información que sube a redes, a medios masivos, a escritorios privados y gubernamentales no solo de México.

 

Esas cosas son las que forman parte de los párrafos en el estudio sobre el narco y polleros en México, que es lo que según, tratan de controlar los vecinos al norte con mano dura, que es como se quiere ver el magnate ante su país “hombre duro”, cuya comunidad pensante sabe –como acá nosotros-, que la migración no se va a controlar si no se atienden las causas que la origina, y como una idea de que sí se puede, tan solo mencionar que para Ucrania, desde febrero de 2022, el gobierno de Joe Biden envió más de 75 mil millones de dólares en efectivo y aparte, equipamiento para la defensa de ese país.

 

Cien mil millones de dólares en sus dos últimos años de gobierno.

 

Contrariamente, para “levantar” el triángulo norte de Centro América, se recurrió a la convocatoria de casi medio centenar de empresas estadounidenses, que según se comprometieron para invertir en la región 4 mil 200 millones de dólares, como parte de un plan impulsado por Estados Unidos para contener la migración centroamericana.

 

¿Pero para cuándo y en qué tiempo? Porque ya en el cuatrienio de Biden, realmente no se vio nada.

 

Cuando se dio esa la propuesta, aún no había campañas en EU (enero de 2024), y en el escenario era poco probable que Trump pasara con éxito las demandas que tenía ante tribunales.

 

Pero resulta que sí y todo es distinto a un año después, y si se vuelve a aplicar el proteccionismo económico que exigió el magnate en su anterior gestión, no va a dejar que empresas grandes inviertan fuera de su país, sea la Ford o Tesla, pues queda claro que en lo particular le conviene mucho seguir explotando el tema de la migración ilegal, pues como se verificará hoy, lo volvió a hacer presidente.