René Delios
Ya debatimos para acusar pero no concluimos en juzgar temas de corrupción o derroche en México, pues un buen de ellos siguen en asignatura pendiente, desde el Fobaproa, aquel rescate bancario del que aún hay remanentes de cobros, y que en puros pagos de intereses ya superó la deuda contraída para ello.
El Fondo Bancario de Protección al Ahorro fue un varo de contingencia creado en 1990 durante el gobierno de Salinas, y que aprobaron en las cámaras la totalidad de los partidos políticos, y que hace más de dos décadas, es decir en diciembre de 1998, fue sustituido por el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario, conocido como IPAB.
Total, que el incumplimiento de los deudores con la banca y el retiro masivo de depósitos, le dieron duro a los banqueros que requirieron apoyo del gobierno, que a través del Fobaproa asumiría las carteras vencidas y capitalizaría a las instituciones financieras.
No pasó, y el asunto se hizo uno de los temas más polémicos de la política mexicana, debido al endeudamiento estatal a largo plazo.
Para 2018, la administración de López Obrador heredó el problema y no hubo de otra que destinarle 45 mil 431.7 millones de pesos de apoyo al Instituto para la Protección al Ahorro Bancario –IPAB-, antes Fobaproa, y otros 5 mil 913 millones adicionales para el apoyo a ahorradores, lo que en esa fecha hizo un total de 51.3 mil millones de pesos.
Ni idea de cuánto se dará éste año.
Pero hay más: Enciclomedia: costó miles de millones de pesos y terminó en un rotundo fracaso; fue durante el gobierno de Fox, que a su modo petulante lo presumió con bombo y platillo para dar un gran salto educativo, y se liberó el varo necesario para ello, para que en los salones de quinto y sexto año de educación básica, se colocarían pizarrones electrónicos donde maestros y alumnos tendrían acceso a una versión digital e interactiva de los libros de texto gratuito, de la Secretaría de Educación Pública.
La idea –muy buena, en serio- era que los estudiantes aprenderían con un sistema multimedia propio del siglo XXI, y para 2004 el gobierno foxista comenzó a implementar dicho programa después de un tortuoso proceso de licitación de los equipos y el software necesario.
Su sucesor –o sea Calderón-, en 2006 fue informado del fiasco de la supuesta panacea educativa, pero inexplicablemente, le siguieron invirtiendo recursos públicos al programa, hasta que en 2010, la SEP finalmente tiró la toalla.
El llamado programa Enciclomedia se instaló en más de 21 mil aulas de 7 mil 211 centros escolares, con una población estudiantil beneficiada de 685 mil 711 alumnos, de los cuales 670 mil 62, correspondían a primaria general y 15 mil 649 a primaria indígena, con un costo de 23 mil 498 millones de pesos.
No hubo culpables.
Me sigo: Oceanografía, fue una empresa apoyada durante el sexenio de Calderón.
Esta tenía presencia en las más importantes zonas petroleras: la Sonda de Campeche, Ciudad de Carmen, Campeche; Dos Bocas y Villahermosa, en Tabasco; así como en Coatzacoalcos, Veracruz.
O sea, el recurso del Golfo mexicano era suyo.
En su página de internet, OSA ofrecía servicios integrados en los campos petroleros mar adentro, en el Golfo de México: ingeniería geofísica marina, buceo de saturación, operación de vehículos sumergibles manejados a control remoto, mantenimiento a estructuras marinas y construcción de ductos submarinos. Con base a esto, se hicieron préstamos tóxicos que la naviera y constructora marítima pedía a Banamex, presentando como garantía las cuentas por cobrar de los servicios prestados a Pemex, con facturas alteradas, que ascendieron a un total de 580 millones de dólares, de los cuales sólo 185 millones de dólares eran pagos válidos, respaldados en las estimaciones reales acordadas con la paraestatal.
¿En qué quedó eso?
Porque sí hubo detenidos, pero como siempre ¿Y el dinero?
Y falta: Odebrecht ya en la administración de Enrique Peña -con nada aún definido-, aunque encarcelado Emilio Lozoya Austín -cuyo caso se prolonga y se prolonga-, quien al parecer ha perdido la memoria, porque no hay avances en su juicio, como tampoco hubo en la Estafa Maestra, incluso Rosario Robles -ex colaboradora de AMLO- ya está libre, y ni quien mencione el tema.
¿Y luego?
Digo, todos –no hay ni uno- de los artífices del neoliberalismo de Salinas a Peña, aun todos los señalamientos, están libres.
Ahora desde ese neoliberalismo hablan de desvíos, de inversiones aventureras, como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas o el AIFA, proyectos emblemáticos del sexenio pasado que –salvo en Interoceánico-, va a demorar para que reditúen la inversión y ni se diga para que sean rentables, sino es que se abandonan sino en éste puede que en el siguiente sexenio, como ha sucedido con tantos programas sexenales que al entrar el siguiente mandatario, los borra para desarrollar los propios.
Así que hay asignaturas pendientes en contra de los ex mandatarios en todo lo que va del siglo, en hechos de corrupción que al final paga el pueblo mexicano, sin excepción alguna.