Se debe al mayor costo de los insumos, la menor afluencia por la inseguridad y el cambio en los hábitos de los clientes a partir de la pandemia de Covid-19: Canirac
Los restauranteros han tenido que subir sus precios para sostener sus negocios debido al mayor costo de los insumos, la menor afluencia por los problemas de inseguridad y el cambio en los hábitos de sus clientes a partir de la pandemia de Covid-19.
Mientras que la inflación nacional fue de 4.4% durante la primera mitad de diciembre pasado frente a la quincena similar de 2023, los restaurantes encarecieron sus servicios 6.4% durante el mismo periodo, de acuerdo con los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Los restaurantes están por cumplir tres años seguidos aumentando sus precios más rápido que la inflación, situación que comenzó en los primeros días de 2022.
A lo largo del último lustro, los costos de los alimentos para los restaurantes se incrementaron aproximadamente 60%, afirmó el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Ignacio Alarcón.
“Hay restauranteros que incrementaron sus cartas 20%, pero en promedio las aumentaron 10%, ya que si subes los precios 60% habría menos gente, así que muchos absorbemos o somos más eficientes ahorrando en luz, agua, gas y en lo que se pueda, para sostener un restaurante”, comentó en entrevista con EL UNIVERSAL.
Esta casa editorial dio a conocer ayer que los precios del gas LP y natural, utilizados en los restaurantes y taquerías, suben a mayor velocidad que la inflación desde octubre del año pasado.
Alarcón también expuso que la gente cambió sus hábitos de consumo desde la pandemia y varios prefieren solicitar comida a domicilio, el llamado delivery, lo que ha reducido 30% el ticket promedio.
Cuando una persona asiste a un restaurante “va pidiendo poco a poco, pero si pides desde tu casa te limitas a una orden, pues recordemos que de la vista nace el amor”.
Hay comensales que ya no salen como antes, dos o tres veces al mes, y en su lugar compran alimentos por aplicaciones móviles o por teléfono, pero el ticket disminuye debido a que no adquieren postres ni bebidas.
Esta situación se observa, sobre todo, en las principales metrópolis del país: Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México.
La Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO) dio a conocer que la comida preparada se encuentra entre las categorías más adquiridas por los consumidores digitales, en tanto que ocho de cada 10 personas que compran alimentos vía internet lo hacen de manera recurrente.
El presidente de la Canirac denunció que hay una menor afluencia en los restaurantes debido a las irrupciones del crimen organizado y delincuentes.
“La inseguridad provoca que la gente no salga con frecuencia y menos de noche. Eso hace que baje el consumo en los restaurantes y bares”, expuso.
El empresario recordó casos como el asesinato de una persona en un bar de Querétaro o hechos de violencia sobre la avenida Reforma, en la capital mexicana.
Ante la sequía en el país, el expresidente de la Canirac, Germán Martínez, dijo que los restauranteros también han solicitado pipas de agua, lo que representa un costo de 2 mil 500 a 2 mil 800 pesos por una unidad de 20 mil litros, aunque hay negocios que no tienen infraestructura para almacenar el líquido.
Por su parte, el dirigente del Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño y la Empresa Familiar (ConComercioPequeño), Gerardo Cleto López Becerra, destacó que los comercios pequeños padecen más escasez de agua potable en el norte y centro del país.
“Hay negocios que no funcionan sin agua, como el sector de alimentos, refrescos, juguerías, paleterías y aguas frescas”, dijo en una entrevista con este diario el año pasado./ (EL UNIVERSAL)