Agencias
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) alertó sobre el delito robo de identidad y reveló cuál es el modus operandi de los estafadores con el fin de evitar que más personas sean víctimas.
¿Cómo operan los suplantadores de identidad?
Fue a través de un comunicado donde el organismo detalló cuál es la forma en la que operan estos delincuentes para obtener los datos personales y financieros de las personas.
De acuerdo con la información compartida, los suplantadores de identidad operan de la siguiente forma:
Hacen uso indebido de identidades
Los delincuentes utilizan sin autorización nombres comerciales, denominaciones sociales y logotipos de instituciones financieras legítimas para engañar a los usuarios a quienes contactan a través de medios convencionales y digitales como páginas de Internet, redes sociales y aplicaciones móviles.
Solicitan información personal
A través de medios como WhatsApp o mensajes de texto contactan a las víctimas solicitando información personal, lo que pone en riesgo sus datos personales o sensibles.
Piden anticipos de dinero en efectivo o mediante depósito
En este caso, los delincuentes ofrecen a la persona la oportunidad de gestionar el crédito con facilidad y para ello le piden adelantar mensualidades a una cuenta bancaria distinta a la que ofrece el servicio, pagar gastos por apertura o como fianza en garantía, generalmente por el equivalente al 10% del monto total del crédito solicitado, que puede ser desde mil hasta doscientos mil pesos.
Una vez recibido el pago, los estafadores desaparecen, dejando a las víctimas sin crédito y sin la posibilidad de recuperar el monto pagado.
¿Qué hacer para evitar ser víctima de fraude, según la Condusef?
La Condusef recomienda a los usuarios de servicios financieros tener en cuenta lo siguiente antes de proporcionar cualquier tipo de información que comprometa su privacidad o patrimonio.
Verificar la legitimidad de las instituciones financieras.
Evitar proporcionar anticipos.
Desconfiar de cualquier solicitud de dinero previo al otorgamiento de un crédito.
Evitar compartir información sensible o realizar operaciones financieras a través de redes sociales o aplicaciones de mensajería.
Leer detenidamente los documentos antes de firmar cualquier contrato.
Utilizar sitios web seguros, verificando que las páginas web sean oficiales y cuenten con protocolos de seguridad adecuados.
Ahora ya lo sabes, si detectas cualquier actividad sospechosa de usuarios o servidores web no oficiales, evita compartir tu información personal o financiera tal y como lo recomienda la Condusef y reportar cualquier abuso ante esta instancia.