El papa Francisco revela cómo fueron los atentados frustrados en su contra en Irak

19/diciembre/2024

Agencias

El papa Francisco está a nada de publicar su autobiografía Spera. En un breve adelanto publicado este martes, reveló detalles sobre los intentos de atentados que enfrentó durante su visita a Irak en marzo de 2021.

Este fragmento, adelantado por el diario italiano Il Corriere della Sera, revela que durante su estadía se frustraron dos intentos de atentado, según advertencias recibidas por la Gendarmería vaticana.

El pontífice argentino recordó que muchos desaconsejaron este viaje debido a los riesgos de seguridad y la crisis sanitaria provocada por la pandemia.

Aquel viaje me fue desaconsejado por todos (…) Pero yo quería ir hasta el final, sentía que debía. Decía, casi familiarmente, que necesitaba ir a ver a nuestro abuelo Abraham, el antepasado común de judíos, cristianos y musulmanes, confiesa, citado por la agencia de noticias EFE.

Así comenzaron las alertas para el papa Francisco

Apenas aterrizó en Bagdad, la Gendarmería vaticana recibió alertas de los servicios secretos británicos sobre posibles atentados.

Una de las amenazas señalaba a una joven suicida que planeaba inmolarse en Mosul, mientras que otra involucraba una furgoneta que se dirigía con intenciones similares.

Incluso tras toda aquella devastación, el viento del odio no se detenía. Me avisaron tan pronto como aterrizamos en Bagdad el día anterior. La policía había alertado a la Gendarmería vaticana sobre una información recibida de los servicios secretos ingleses: una mujer cargada de explosivos, una joven terrorista suicida, se dirigía a Mosul para hacerse estallar. Y una furgoneta también había salido a toda velocidad con la misma intención, rememora.

A pesar de estas advertencias, el papa Francisco continuó con su agenda apostólica.

Encuentro histórico en Nayaf

Uno de los momentos más significativos de su visita fue el encuentro con el ayatolá Ali al-Sistani, líder espiritual del islam chií, en la ciudad sagrada de Nayaf.

Según el papa, este diálogo interreligioso había sido planeado por el Vaticano durante décadas, pero ninguno de sus predecesores había logrado concretarlo. Este encuentro marcó un hito en la búsqueda de entendimiento entre religiones.

El desenlace de las amenazas

En los días posteriores, el papa preguntó a las autoridades sobre las personas involucradas en los supuestos atentados.

 

La respuesta fue breve y contundente: la policía iraquí había interceptado a los atacantes, quienes perdieron la vida en el proceso.

Este suceso dejó una profunda impresión en el pontífice, quien lo describió como un fruto envenenado de la guerra.

El papa Francisco concluye este capítulo de su autobiografía reflexionando sobre el impacto de la violencia y reafirmando su compromiso con la paz y el diálogo, incluso en los contextos más adversos.