De acuerdo a la votación, era la respuesta; de acuerdo a la subordinación, era el apoyo: se le decían institucionalismo a ultranza, así se diseñaba el proteccionismo –que para los pobres se llama paternalismo-, para apoyar a los empresarios, que de hecho saben que por eso al invertir, se llama capital de riesgo, y había los que cada sexenio quebraban sus empresas para no pagar nada de impuestos.
Y no es que no tuvieran dinero para sus actividades, sino que era una práctica, un mal hábito, qué por el lado del paternalismo continua, pero solo para los pobres, en un como protectorado que no deja de ser electorero.
Porque ese dinero sino lo es para los pobres, para los políticos y más de la oposición, es electorero, digan lo que digan para justificarlo ¿Resuelve la pobreza? preguntan los especialistas, y la verdad, a medio siglo de implementarlos, no se ha visto posibilidad.
Pero esa gente votó por Morena voluntariamente, pues la 4T nunca los condicionó, y contrariamente les dio dignidad a su decisión pues, su dinero no pasaba bajo la inspección de organización, asociación o partido: les llega directo a su tarjera Bienestar y nadie verificó si votaron a favor o no.
Lo que sí es cierto es que esos pobres sin subsidios no tienen los elementos estructurales para salir de la pobreza; hay que hacerles caminos, escuelas, clínicas, empleo y hay que darles dignidad, y es por eso que hay continuidad, y en el caso chiapaneco, objetividad en las zonas más necesitadas, algunas en condiciones de pobreza extrema.