René Delios
Eso de la energía no contaminante es un mero bloff, así como ese Acuerdo de Paris, pues en los hechos no se impulsa en las naciones industrializadas, la investigación o desarrollo tecnológico de autos, aeronaves, fabricas, no contaminantes y ante las quejas por la sobre explotación del crudo, pues crece el mercado del cobalto y litio, para fabricar baterías de autos y de teléfonos, los que se tienen que eliminar una vez su vida útil porque son terriblemente contaminantes, que es lo que no dicen los fabricantes como Tesla.
El activismo mundial, el ecológico, levanta la voz y advierte del riesgo, pero nadie los escucha; ese invento de los autos eléctricos es mentira; no usa energía limpia, y es consecuencia de explotación bruta, en Níger, en Congo. Miles de trabajadores son explotados a riesgo, trabajando en condiciones deplorables y sin protección para extraer esos minerales para la industria gringa, inglesa, francesa, que ahí no aplica ese inservible Acuerdo de Paris.
Desde luego que la oposición retoma el tema que será central de acuerdo a los resultados de hoy, porque de perder Trump, Tesla viene a México, de lo contrario no: el magnate es partidario de que los empresarios inviertan en EU, no en otro lado aun la mano de obra barata, aun sea en dónde está la materia prima. La transformación final debe ser en la nación vecina, generando valor agregado y empleo, que es lo que generan las empresas extranjeras en México, destino preferido para la llamada relocalización.
Nada dicen que las llamadas energías limpias son para el primer mundo, allá en dónde los autos ya no eléctricos al cien, sino los híbridos, pueden ser cosa común y estar al alcance salarial de cualquier trabajador. Pero ni en esas naciones pasa: usan autos de combustión interna, en Europa, en Asia, en EU y Canadá, y ni se diga en las naciones en vías de desarrollo y sobre todo en las pobres.
Por eso ese Acuerdo de Paris es el puro bloff, del que cierto Trump decidió salirse durante su gestión como presidente, por ser una mentira mundial, organización a la que por cierto EU le resolvía el 30 por ciento del presupuesto.
Lo que no deja, se deja.
Por eso las energías limpias son una mentira en México, y so pretexto benefician a las empresas extranjeras que son las que tienen esa tecnología, no la CFE, a la que dejaron rezagada -como a Pemex- durante cuatro décadas, esto es el periodo tecnócrata.
Por eso en este país se debe de fortalecer la modernización de la CFE e impulsar la extracción de hidrocarburos y desde luego, la transformación de productos derivados y para ello necesitamos petroquímicas, pues aún los años de Pemex en el mercado, la petrolera no produce lo que requiere la demanda nacional ni en combustibles ni en derivados y hay que traerlos del extranjero, y la pregunta es ¿Por qué no hicieron lo necesario para modernizar tanto Pemex como a la CFE y hacer autosuficiente al menos en eso al país, teniendo petróleo y amplias zonas para construir presas hidroeléctricas?
Cómo hablan de buenos gobiernos si con lo que hay, y bastante, no lograron tampoco autonomía en alimentación, tecnología, ciencia.
Por eso brinca que ahora un buen de críticos se den cuenta de todas esas faltas y deficiencias, y que se desgarren las vestiduras porque el gobierno mexicano no apoye esa parafernalia de las energías limpias.
En aras de la llegada de inversiones, se dio la apertura de acuerdo a las reformas de 2014 en el rubro de generación de energía eléctrica, y como es -pues están en operación- producción no contaminante, se le dio prioridad para su desarrollo a sacrificio de algunas presas de la CFE, a las que consideraron “contaminantes”, cuando lo más que pasa es que se azolven.
La cosa es que en el caso de la cuenca del Grijalva, sus presas no se deben detener pues de todos modos hay que desfogarlas y para qué hacerlo sin aprovechar su potencial, de ahí que se señalara que esa política de marras generaba inundaciones en Tabasco, cosa que a lo mejor no es cierto al cien, pero de que a las hidroeléctricas del Grijalva le bajaron la producción -y ese fue el origen por lo cual ya no se construyó en diez años Chicoasén II-, ni negarlo.
Pemex es otra historia, y la petrolera nada tiene que ver en el impedimento de promover las energías limpias.
Energía, tema que va a volver a tomar auge en la actualización del T-mec, ya con la relocalización en tránsito, y en la que México debe estar al tanto, vigilante, para que no lleguen con la voracidad con que EU y Canadá actúan en otros lados.