Agencias
Los jugadores profesionales de ajedrez suelen dejar perplejos a sus seguidores con su capacidad de realizar movimientos letales para sus oponentes rápida e intuitivamente, pero un estudio japonés publicado el viernes habría revelado su secreto.
El 25 de noviembre, se celebra el Día Mundial del Ajedrez, una ocasión ideal para reflexionar sobre los misterios del juego y la mente humana. A través del monitoreo del flujo sanguíneo en el cerebro para detectar su actividad, investigadores han hallado que los jugadores expertos de shogi, un juego japonés similar al ajedrez, usan dos regiones cerebrales para efectuar los movimientos cruciales, un hallazgo que también podría tener implicaciones para los maestros de ajedrez.
A diferencia de los jugadores amateur, que usan la región llamada “precuneus” del lóbulo parietal, los profesionales emplean el núcleo caudado en el centro del cerebro, dijo Keiji Tanaka, del Laboratorio de Mapeo Cerebral Cognitivo del Instituto de Ciencia Cerebral RIKEN.
“Los profesionales están entrenados exhaustivamente por mucho tiempo —más de 10 años— y durante muchas horas por día. Este tratamiento exhaustivo habría cambiado la actividad desde la corteza cerebral hacia el núcleo caudado”, indicó Tanaka, autor del estudio.
Los resultados fueron publicados en la revista Science. El estudio revela que, a medida que los jugadores se vuelven más expertos, la manera en que procesan las jugadas evoluciona de un enfoque analítico a uno más intuitivo y automático, permitiendo respuestas más rápidas ante situaciones complejas.
El núcleo caudado, una región que está muy desarrollada en las ratas y los ratones, mientras que la corteza cerebral está más desarrollada en los primates, parece ser clave en esta transición de habilidades. Para volverse expertos, los maestros del shogi comienzan a usar todas las partes del cerebro, señaló Tanaka.
El autor espera que el estudio inspire investigaciones sobre los poderes intuitivos del núcleo caudado. Este descubrimiento podría tener aplicaciones más allá del mundo de los juegos, según Tanaka, ya que la intuición es una herramienta clave en muchas profesiones.
“Los juegos no serían muy importantes para la sociedad, pero los auditores, los investigadores de crímenes, los médicos, todos, necesitan la intuición para hallar el punto de preocupación, el punto de anormalidad”, dijo Tanaka. “Los ingenieros en sistemas suelen tener que depender de la intuición para ubicar la fuente de un problema. Los excelentes ingenieros no pueden explicar por qué son buenos, algo muy similar a lo que sucede en el ajedrez”.
La celebración del Día Mundial del Ajedrez nos recuerda cómo este juego ha sido durante siglos un campo de entrenamiento para la mente, y cómo los avances científicos siguen desentrañando los secretos de las capacidades cognitivas humanas. Este estudio japonés, lejos de ser sólo una curiosidad académica, podría tener un impacto profundo en la comprensión de la intuición y el aprendizaje experto, con aplicaciones en el mundo real que abarcan mucho más que el tablero de ajedrez.
Este no es el único estudio que ha arrojado luz sobre los mecanismos cerebrales involucrados en el ajedrez. En 2016, un estudio realizado por la Universidad de Trento, Italia, reveló que los jugadores de ajedrez de alto nivel muestran una mayor conectividad entre la corteza prefrontal y otras áreas del cerebro, lo cual se traduce en una mayor capacidad para planificar y tomar decisiones estratégicas. Este estudio también destacó que el entrenamiento constante mejora la memoria de trabajo y la capacidad de visualizar diferentes escenarios antes de elegir un movimiento.
Asimismo, un estudio de 2018 publicado en la revista Frontiers in Psychology indicó que el ajedrez puede aumentar la densidad de materia gris en el cerebro, particularmente en áreas relacionadas con el razonamiento lógico y la memoria. Esto explica por qué los jugadores profesionales desarrollan una habilidad excepcional para identificar patrones y analizar situaciones complejas en poco tiempo.
Más recientemente, en 2022, investigadores de la Universidad de Cambridge encontraron que los jugadores de ajedrez expertos tienen una mayor actividad en el hipocampo, una región del cerebro asociada con la memoria y la navegación espacial. Estos hallazgos sugieren que el ajedrez no solo mejora la capacidad de resolución de problemas, sino también la habilidad para recordar movimientos pasados y adaptarse a nuevas situaciones en el tablero.
Estos estudios, junto con el trabajo de Tanaka, muestran cómo el ajedrez y juegos similares pueden ser herramientas poderosas para comprender mejor el cerebro humano y su capacidad de aprendizaje, intuición y adaptación.