Si el gobierno federal falla, en cascada sucede lo mismo en los estatales, y es algo que se observa en especial en las entidades que tienen mayores rezagos, pero en el caso de Chiapas, la cosa es distinta pues la pobreza se redujo por primera vez en mucho tiempo.
Ciertamente hay otras presencias que han elevado la inseguridad, lo que desde luego influye en los índices de inversión, según unos, en los índices de visitantes según otros, y que ello amerita una presencia federal con su fuerza pública, pero algo pasa que hay un freno.
Realmente la gente esta preocupada por los que creen altos índices de violencia, más derivado de que no había registros de que en verdad –aun los lamentables sucesos- se lleguen a los niveles de Veracruz, Villahermosa, Acapulco, Manzanillo o Zacatecas, pero el afán es reducir un trabajo social que no ha estado mal, y Chiapas, como en otras entidades gobernadas por Morena, no se puede salir del parámetro que dictan en el centro del país.
Y menos tratándose de una entidad fronteriza, y cuyos índices de violencia inflan más por razones políticas y económicas.
Ya se sabe que las buenas cosas no se reconocen, y menos por la oposición o resentimiento, pero en Chiapas hay acciones del gobierno federal en conjunto con las del gobernador Rutilio Escandón Cadenas, que permitieron según los últimos datos de CONEVAL, no del gobierno estatal, la disminución de la pobreza en Chiapas en más de 10 por ciento, siendo la más alta en el país que tuvo una media de 5.6 por ciento.
Pero eso no resalta el morbo, y si algo que ni siquiera se originó en el presente sexenio, como fue la presencia criminal, que como en otros estados –que no lo dicen tampoco-, están enfrentados entre sí, como en Sinaloa.
No va a ser fácil solucionar un problema que para muchos especialistas en las redes sociales amerita otra logística, pero que ya en la inteligencia mexicana, aplican con otra, que esperemos resulte porque no sería bueno que Chiapas, se ubique a índices delictivos como Veracruz, Tabasco, Guerrero, Colima o Zacatecas.
