Editorial

19/noviembre/2024

 

El gasto programable del proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2025 asciende a 6.5 billones de pesos, de los cuales casi 70 por ciento corresponde a desarrollo social, que se traducirá en factores de protección social como vivienda y servicios a la comunidad, educación y salud.

 

Básicamente desarrollo humano.

 

El punto es que de los 16 programas sociales prioritarios sólo dos tienen aumento en su partida para el próximo año: el de la Beca Universal de Educación Básica Rita Cetina para educación básica, con un crecimiento de 51.6 por ciento, y de 85.9 por ciento para las 200 Universidades para el Bienestar Benito Juárez, con 85.9.

 

El resto registran decrementos que van de 0.3 a 15.4 por ciento.

 

De acuerdo al documento entregado por hacienda a al legislativo federal, el más castigado es el programa La Escuela es Nuestra, con una baja de 4 mil 564.1 millones de pesos, y tendrá 25 mil millones en 2025, contra 29 mil 45 que tuvo este año.

 

¿Porqué?

 

El Análisis del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados y de la propia bancada de Morena señalan que el presupuesto estimado en 2025 para programas sociales prioritarios aumentó en lo general un 4.5 por ciento respecto al presente año, al pasar de 769 mil 382 millones a 803 mil 705.2, incluyendo los de reciente creación por la presidenta Claudia Sheinbaum, y que son la pensión para las mujeres de 60 a 64 años, que tendrá 15 mil millones de pesos; la Beca Universal Rita Cetina Gutiérrez de Educación Básica, con 78 mil 840.7 millones, y el de la Salud Casa por Casa, con 2 mil millones.

 

De esta manera a partir de enero de 2025 cada mujer de 60 años recibirá un apoyo económico de 3 mil pesos bimestrales, y se iniciará con las de 63 y 64 años, para luego ampliarlo a otros grupos de edad, mientras en los municipios con mayoría indígena o afromexicana, se abarcará a todas las de 60 a 64 desde el principio, buscando elevar la calidad de vida de mujeres que han trabajado toda su vida por la familia, y no tienen ningún programa de retiro.

 

¿Es un despilfarro?

 

Desde luego que no, pues es un recurso bien ganado por esas mujeres mexicanas.