Editorial

5/noviembre/2024

Celebrado por unos y cuestionados por otros, las más de las veces por situaciones que no entran a la medición y si a lo visible, los gobiernos municipales la verdad apenas tienen para el gasto corriente y una que otra obra de menor relumbrón.

 

Porque si no es por las vialidades que construye el gobierno estatal, nada más no hay lucimiento a destacar en los municipios chiapanecos.

 

Entre lo visible fue lo ya extendido en las redes sobre la presencia del gobierno de Rutilio Escandón Cadenas en todos los ámbitos de los sectores de producción chiapanecos, y cuyos recorridos diarios por el estado son muestra de ello, inaugurando algo en poblados o cabeceras municipales, desde la adecuación o remodelación de un plantel o una clínica, hasta pavimentación de calles o una nueva vialidad asfaltada, entregando apoyos al campo o implementos agrícolas,  o la entrega de una obra de esparcimiento, sea parque público o deportivo, incluyendo mercados.

 

Pocos en realidad se acuerdan el cómo recibió el actual mandatario al estado, y aún con eso las deudas se están pagando -incluyendo las del magisterio-, pues en intereses son una carga económica que ya no deben pagar los ciudadanos.

 

Así que hoy la transparencia se observa, porque el dinero rinde más, tan es así que en el ámbito social en Chiapas la pobreza –como no había pasado nunca- se redujo en miles de personas, que no es poco decir y sí mucho que celebrar, para elevar el ánimo pues en ese sentido se tiene que seguir trabajando, pues más de la mitad de la población se mantienen en baja calidad de vida.

 

Ahí se debe enfocar el trabajo social, en sentido político: atender directo las necesidades de la población, adecuar programas y proyectos por región, y llevar evaluación de logros, todo en un largo plazo porque lo faltante no se va a resolver en lo mediato.