René Delios
Qué si regresa el magnate a la Casa Blanca se complicará la relación con México.
¿Porqué?
¿Por la extrema polarización y la partidización de la justicia -como pasa en México-, o la sistemática siembra de odios raciales por parte de supremacistas blancos en ese país socio o cómo?
¿De dónde sacan que se va a dar un encontronazo como lo auguran los comentócratas opositores?
Ya inventaron de todo el pasado sexenio y la verdad ¡Nada! les dio resultado, y por el contrario, perdieron en seis años las dos terceras partes del país.
De lo que se trata -quien gane, Trump o Harris-, es de mantener el respeto a la soberanía entre países, por sobre el llamado libre comercio, que tanto se ha usado en medio siglo de neoliberalismo, so pretexto de la libertad, la democracia o la justica, que han sido usados como instrumentos infames generando guerras prepotentes, en distintas partes del mundo.
La cosa es sencilla: cada nación es dueña de su riqueza, y de esta se debe beneficiar mayoritariamente su pueblo.
¿Ha pasado?
Que a nombre de la competitividad, del no monopolio, la nación dueña del recurso queda en calidad de igual, cuando es su derecho poseer el 54 por ciento de la producción eléctrica cual es el planteamiento de México, y todos se desgarraron las vestiduras, incluyendo la Suprema Corte de Justicia de la nación.
No se puede explicar el cómo, los beneficios de las transnacionales mediante acuerdo o permisos o concesiones, no se reflejen en los nacionales, como sucedía en México con la industria eléctrica –decía-, tema que muy seguramente volverá a ser tema central en la revisión del T-MEC en 2026, año en el que desde luego estará Donald Trump o Kamala Harris en la presidencia de EU, y en este punto hay que detallar que quien quede, al modo de Estados Unidos y Canadá, tratarán de sacar el mayor beneficio posible del tratado: el tío San en energéticos y el país de la hoja de maple en minería, en la que también esa nación polar, tiene su historia de abusos en el continente.
¿Qué hay de reto ponderar la soberanía de México ante esos colosos?
Porque no se niega el trabajar juntos, con respeto, equilibrio, transparencia; no solo con los vecinos -Vecinos distantes, señalara hace muchos años el periodista Alan Riding-, sino con el resto del mundo, con los que se tengan relaciones comerciales y de inversión, pero en México existe internamente una política humanista, a la que le han sobre puesto adjetivos de todo tipo, y que no es otra que “primero los pobres”, sin demagogia, con impacto de beneficio real en los índices, como pasó en durante el gobierno de López Obrador en el que el propio Banco Mundial -uno de los instrumentos del neoliberalismo-, evaluó y reconoció que “La mejora en el ingreso de los trabajadores y el aumento en el universo de personas que tienen empleo, impulsó a 9.5 millones de mexicanos a salir de la pobreza entre 2018 y 2024, una cifra que no tiene precedente para un periodo de seis años”.
De eso, los agoreros de la oposición callaron, como también cuando se dio a conocer los porcentajes de beneficios a empresarios y comerciantes en el mismo periodo de Andrés Manuel, pese a la pandemia, y que dejaron sin resonancia o argumentos a los ultraderechistas en sus referencias de que en México gobierna el populismo.
Así pobres y ricos se han visto beneficiados en números reales, analizados, comprobados con la Cuarta Transformación, un término que sí suena a socialismo, pero se aplica como tal.
Aun con eso va a seguir la tendencia de ataque –ahora hasta misógina-, denigrante o de impotencia diría, porque sus argumentos –insisto- no logran empatar con la base social por poco empática con ésta; las cúpulas opositoras siguen siendo eso, elitistas, y eso desde luego lo usan los vecinos del norte como lo ha hecho Joe Biden a través de su departamento de estado, financiando a grupos opositores en el país, como lo acusó desde mayo de 2021 AMLO, en una conferencia matutina e incluso dijo que había envidado una nota diplomática al Gobierno de Estados Unidos, solicitando una explicación por el supuesto financiamiento a una organización civil opositora llamada Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, ligada al derechista Claudio X. González, denuncia emitida a horas de recibir en esa fecha y por primera vez en calidad de vicepresidenta, a Kamala Harris –que de ganar también sería la primera mandataria de su país-, que desde luego sabía por la calidad de su cargo, no solo de ese gasto de su país en México, sino en muchas otras partes del mundo, pues EU es una nación intervencionistas, así que eso de que de ganar ella, sería mejor para México que Trump, es más referencia que verdad.
Igual sería lo menos malo, pues con EU, nada es miel sobre hojuelas.
Pero de eso a que se van a dar relaciones ásperas es otra cosa, incluso México es respetado por el cómo ha toreado a su vecino del norte –salvo en la época del PAN, que se le arrastró-, por 200 años y con el que más que compartir una línea divisoria, realmente lo separa una cicatriz.