Tubo de ensayo

5/octubre/2024

 

René Delios

 

Porque lo que no saca a Chiapas de sus rezagos son precisamente las componendas, los compadrazgos o administrarle sus problemas acumulados, menos la corrupción que de años le ha contaminado sus estructuras y se ha tragado sus presupuestos.

 

Porque insisto: la corrupción no se elimina por decreto.

 

Lo que no hay es presupuesto que alcance: las demandas o requerimientos son muchos, por eso esperamos que los nuevos funcionarios en el poder se mantengan con los pies en la tierra y mantengan la consigna: “primero los pobres.

 

No es justo, no es digno para el pueblo de México, la pobreza que lo agobia, la injusticia de la pobre distribución de la riqueza por sexenios, y ahora que se da vía Bienestar –que redujo en diez por ciento la pobreza en el sexenio-, lo señalan como dinero en saco roto, más porque el neoliberalismo no ve eso como productivo: ¿Humanismo mexicano? Igual y sí, en medio de un mundo monetizado, con la idea de que hay que ganar, aun el saqueo, la explotación, el despojo.

 

En campañas, seguramente los hoy alcaldes y diputados locales, en sus recorridos por municipios, distritos, el estado, comprobaron cómo está la realidad en las zonas de pobreza, y no pocos pierden brújula en el cargo, y no entienden lo que es en realidad un designado popular para ejercer la administración pública o representación popular, que ya debe ser cosa muy diferente a servirse, para evitar esa corrupción y a la vez, la megalomanía.

 

Cinismo y política no son lo mismo; lo primero es una abuso y lo segundo una disposición: cuando se junta es corrupción; ambas cosas son impositivas cuando se trata de quien manda, y al ejercerlas afecta o beneficia a terceros, ahí radica la diferencia entre cinismo y honestidad.

 

La idea ahora es beneficio directo y sin intermediarios, rendición de cuentas, transparencia y austeridad.

 

Así, rinde para más el varo.

 

Hay los que aseguran que no se podrá abatir la corrupción en un buen tiempo en México, de la misma manera que superar los rezagos que lo agobian, las carencias o la inseguridad que mata a los mexicanos: “inflaron mucho a AMLO y a la 4T” reclaman en la oposición derrotada, resentida, que se siente despojada de sus mercedes y privilegios; esa clase política dorada que en 30 de gobierno no hay que agradecerle nada, y obvio es que lanzan la pregunta ¿Qué van a hacer los alcaldes de Morena sin dinero en las arcas?

 

Porque según ellos, las arcas están vacías, pues ni la presidenta y su equipo ha dicho nada del cómo y cuánto recibieron o más bien le dejaron.

 

Pero aterrizando: igual encontró orden en las finanzas municipales de la capital tuxtleca, Ángel Torres, porque no se ha quejado.

 

¿Seguirá la obra pública de vialidad?

 

La capital chiapaneca se había quedado abandonada en materia vial desde Pablo Salazar –que construyó parte del Libramiento Norte-, y que se vino a enderezar hasta la presente administración de Rutilio, a la que le han dicho de todo por los pasos a desnivel, en esa como plataforma para expertos como lo es el Facebook, desde dónde le orquestaron una campaña para evitar el segundo piso frente al Parque Caña Hueca, que ahora Torres puede impulsar como alcalde.

 

¿O no?

 

La pregunta es que faltan ya dos meses para el cambio de poder estatal, y es suponer que están los arreglos hechos en materia de transición, en la idea de que el nuevo gobierno de Eduardo Ramírez Aguilar, entre con lo necesario para los compromisos inmediatos, sobre todo las partidas etiquetadas que han sido problema en pasadas recepciones en que no ha habido ni para cubrir aguinaldos.

 

A eso se han enfrentado de siempre los gobernadores entrantes, y no solo de Chiapas.

 

De vez en vez aparecen denunciados en las redes, “ventaneados” como dicen, acusados de todo, pero culpables de nada. Rutilio hasta pagó deudas acumuladas y todavía le alcanzó para seguir en el combate por el desarrollo humanos, pues Chiapas fue el que más logro avance en ese sentido.

 

Y no vi los desplegados, las referencias que otrora, se hacía por todos los medios a “la atinada” administración: las oligarquías no entienden que ellos, ya no son la prioridad.

 

Digo, faltan menos de setenta días para que el nuevo régimen entre en funciones, la llamada nueva era. Chiapas es todo un reto, que amerita, requiere, el trabajo serio de todos sus sectores –no parásitos-, porque una cosa es la amistad y otra el compromiso con la gente, sobre todo la nuestra, considerada entre las más pobres de México.