Tubo de ensayo

3/octubre/2024

René Delios

 

A partir de éste nuevo trienio en los municipios chiapanecos tendrá que verse signos de avances hacia un crecimiento estructural que genere una mejor preparación regional y a la vez, empleos que incrementen la calidad de vida.

No es la primera vez que se escribe sobre que “ahora los nuevos alcaldes tendrán que cumplir sus promesas de campaña” y la verdad es que no se espera que se logre lo que no se ve ni en el ámbito federal: un desarrollo municipal en solo tres años.

Lejos de los asuntos románticos, la verdad es que Chiapas no produce un alto valor agregado importante, y su mayoría los municipios subsisten de los presupuestos o programas estatales, por lo que son meros administradores en coordinación con los funcionarios de dependencias, que tienen injerencia en quienes pueden ser los posibles beneficiados, y en esto está la mano de los alcaldes que decidían antes a quiénes sí, y a quiénes no, y fue por eso que también fueron excluidos de ser la última línea para distribuir los beneficios sociales, al igual que asociaciones u organizaciones, fueran civiles o adherentes a partidos.

Ese fue precisamente el principal dominio del paternalismo priista, que generó a la vez el clientelismo que causó mucha corrupción y desvío de recursos en Chiapas, y otras entidades del país.

Los mecanismos de transparencia han cambiado con mucho esa situación, pero quedan muchas mañas, muchos cotos de poder regionales –como los caciquismos indígenas- que siguen imponiendo a personeros de todo tipo en las candidaturas y varios de ellos tomaron posesión en ésta semana, aun las cuentas en cero o finanzas claras en una veintena de municipios.

Lo importante es llegar y mantener aun indistintas siglas, en el poder en dos o tres –y si se puede en más- municipios del distrito: a eso se dedican esos cotos de poder.

Lo perfecto empata con que se cuente con un diputado local, excelente si se logra uno federal.

Así ha funcionado por sexenios eso del caciquismo político en Chiapas y los ciudadanos de distritos y municipios ni enterados.

Pero ahora es distinto; las redes sociales son más veloces que la censura, y los políticos se han vuelto más que cínicos aun las evidencias, las referencias, las denuncias.

Pero como se parte de lo que hay, lo que tenemos son reminiscencias del caciquismo político en múltiples municipios, en familias que se imponen ¿Cómo? A través de la corrupción, en los que hasta vía Morena -¿impoluta? llegan al poder, y ahora están aún sin méritos.

Esta semana tomaron posesión muchos presidentes municipales que esperemos entiendan las consignas, los mensajes, lean las entre líneas, las imágenes, que apuntan cambio generacional y la máxima: primero los pobres, y eso debe de darse desde el municipio, célula de la federación.

 

¿Chiapas es consecuencia de gobiernos fallidos?

 

¿Hay en realidad un análisis o ensayo político que explique qué sucedió que estamos con mucho a la cola del desarrollo humano en la federación?

Suponemos, no sabemos, qué en realidad pasó, y navegamos en lo especulativo, asegurando lo corrupto, y así criticamos a Pablo, a Juan y a Manuel, acusamos de todo a Rutilio pero ¿Qué sabemos?

Al momento no hay investigación sobre nadie de parte de la secretaría de la función pública, y tampoco de la contraloría estatal, y nada se ha filtrado del congreso estatal sobre cuentas públicas municipales por lo que solo suponemos, y realmente no tenemos cómo acusar a nadie porque la transparencia sigue siendo una asignatura pendiente, y esas páginas a las que puede acceder el ciudadano son puro bloff, cuando no –desde la contraloría misma- un alto funcionario le advierte al munícipe que lo andan investigando.

 

Y así nos la llevamos.

 

Porque es increíble que aun puedan seguir con el gasto discrecional y sin transparencia, que aunque lo niegan en todos los niveles, se dan en municipios, entidades y la federación, sin que al parecer tengan freno y dispongan a su arbitrio sobre los interés del pueblo mismo, e inviertan en cosas no necesarias pero sí suntuosas como el lienzo charro, o robarse el dinero descaradamente aun los registros que deben detectar la Función Pública o la Auditoria Superior de la Federación –que es de la cámara de diputados- que, siguen actuando demasiado tarde, y no detienen en su momento a estos ladrones hasta que ya salieron del cargo, y si los detienen, los enjuician, como en su momento Andrés Granier, Javier Duarte, Eduardo Borge, Tomás Yarrintong, Guillermo Padrés, Eugenio Hernández, sin que nunca se sepa en dónde está el dinero que supuestamente se llevaron cada uno, que fueron tasados en su momentos en 40 mil millones de pesos en el sexenio pasado, supuestamente robado a las arcas de los estados de Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Sonora, Quintana Roo, Colima y Coahuila, y en la línea de investigación se quedó Chihuahua.

Los ciudadanos en los estados seguimos desamparados ante éste tipo de gobernantes que traicionan a su gente.

O sea, que la realidad es que la clase política puede hacer lo que quiere cuando quiere con los recursos públicos, y que quieren tapar con nimias de supuesta transparencia.

 

Seguirán siendo unos divos, así que no se entusiasmen tanto.