René Delios
Son varios los acontecimientos políticos que se dieron ayer en el ámbito nacional y estatal, empezando por la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, en la primera sucesión en que asume una mujer, y se da sin asperezas entre la entrante y el saliente, además de ser la primera mujer mandataria no solo en México, sino también en América del norte.
Igual, en Chiapas presidentes municipales y diputados locales tomaron oficialmente posesión de sus cargos respectivos, aunque hubo los que adelantaron el protocolo político, pero no el procedimiento administrativo que precisa que toman cargo hasta el 1 de octubre.
Así que desde ayer hay nuevos alcaldes y legisladores locales, esperando que en el caso de los nuevos representantes populares, levanten el discurso y el criterio, y no se vean tan grises y subordinados, pues sirven más exponiendo realidades en y ante esa soberanía, que callando intríngulis de sus distritos como pasa usualmente, en que en los casos de conflictos, ni aparecen o se notan en tribuna, y las cosas las remedia la secretaría de gobierno.
En el caso de los alcaldes qué decir: hacen lo que el gobernador quiere.
Sí éste les da el varo pues hay puentes a desnivel, gestión de clínicas y otra infraestructura ante la federación, y no solo pavimentación de calles, tapa baches, alumbrado, que es para lo que alcanza con la partida mensual, como suele suceder.
Se dice, se afirma que, si el gobernador es amigo de la presidenta, e igual el munícipe del gobernador, les va bien en el presupuesto.
Observo que, Ángel Torres es amigo de Eduardo Ramírez, pero hasta que se den a conocer los programas de gobiernos sabremos si hay más proyectos de vialidad para la capital del estado, a la que le urge un mega bacheo completo, sí, pero también un programa integral de pavimentación de calles.
Eso le cambia la vida a la gente del barrio.
La verdad que no se pueden pedir milagros sociales sin presupuesto, y me imagino que, tampoco, ofrecer seguridad sino se va a actuar con una estrategia de cobertura, en la inteligencia de que, ese crimen, va a reaccionar.
Quiero decir que el crimen organizado en México es sanguinario porque está armado y es por lo tanto bélico, y minimizar eso no tiene caso porque hay enésimos eventos en los que los civiles pagan las consecuencias de esa impunidad.
Pero hay otras demandas, no las dichas por los de arriba que son pura estadística.
Las demandas reales de la población tienen mucho tiempo que superan los ingresos de la federación, y ni se diga la de estados como Chiapas, cuyo PIB es muy bajo en comparación a la media nacional, ante entidades como Edomex, Nuevo León, Veracruz, Jalisco entre otras, incluyendo las turísticas, aun su alta incidencia delictiva, sean Guerrero o Quintana Roo.
Mientras, se insiste, los que cuestionan y los que festinan el cambio de gobierno, se dan con todo –puro bloff, vacuidad- y temas a tratar aparte de la seguridad como la autonomía de los municipios, por ejemplo, es no mencionado menos resuelto, no hay ni proyectos para lograr la autonomía municipal, y eso que es claro que municipios pobres, gente pobre.
¿O no?
Mientras, la guerra sucia en los medios informativos y redes sociales prosigue, se expande: unos impolutos, otros honorables; unos ineptos, otros corruptos. Ambos bandos ya caen solo en descalificativos aventureros y desinformación constante, y no en las propuestas de nación.
¿O cada cual tiene su México?
Porque hay otro, el real, el paupérrimo, el miserable, sin opciones de –ni opinión para- crecer ni económica ni socialmente, a corto plazo.
La otra es que no les vi hacer nada antes de éste gobierno “desastroso” para la nación –ni a los pro y ni a los contra-, y los más -como dice hacienda- evadimos impuestos por años -que en EU es cárcel directa, por ejemplo-, y nos molesta que nos suban impuestos, que se hayan terminado “los chayos” para televisoras y radiodifusoras, periódicos y nos desgarramos las vestiduras cuándo sube la gasolina, la luz, el gas, y en fin, somos bien hipócritas en corto y en largo, y ya con verdad, los unos y los otros a lo único que perjudicamos con tanta parafernalia, inquina y enfrentamientos es a México.
Sí, a México.
Pero México es lo de menos, pues lo más alto es nuestra opinión individual, grupal, de sector, nuestra postura, como absolutos portadores de la verdad, sean datos del poder ejecutivo o de la Coparmex –por citar una organización empresarial- como calificadores de la vida nacional: tán-tán.
Aparte de que fue un sexenio polémico, lo fue polarizado, y sí se va a vivir en democracia es de a fuerza la conciliación; buscar las coincidencias para entrar en las convergencias, sin abusos, con transparencia.
Ya vivimos un presidente que no llamó a la unidad nacional porque tampoco los de enfrente lo quisieron: piedra con coyol.
No trabajar al unísono con los que llaman neoliberales -¿Despreciables mexicanos?- o conservadores, ya no puede ser: son mexicanos que deben ser escuchados pero ellos, también deben de observar las normas ya sin mercedes ni privilegios, como el que le concede aun la Suprema Corte de Justicia de la Nación a Ricardo Salinas Pliego, quien es en realidad un evasor fiscal.
¿Se siente acosado el señor?
Por otro lado los señores del varo han financiado campañas de desprestigio en contra de la 4T, desde no los llamaron a cuentas –como se hacía antes con el PRI- por el cuánto que se hayan beneficiado de la corrupción; lo saben: esconden las manos en los bolsillos cuando se les reclama sin nombrarlos que robaron, y en vez de sacar ese varo para hacer a éste país competitivo con toda la riqueza que tiene, incluyendo a su gente, lo sacan del país.
Es nuestra gente la que mantiene la cultura, tradiciones, costumbres, identidad, idiosincrasia; eso no le entra a los capitalistas: el factor humano, o sea los mexicanos –indistintas etnias y el mestizaje- hemos sido la mayor riqueza de ésta nación, no un sistema de gobierno, no un modelo económico.
Es el que ha trabajado por dos décadas en el siglo con uno de los más bajos sueldos de América, la que no tiene luz aun tengamos hidroeléctricas; agua, aún haya ríos y lagunas; carreteras, aun flotemos en petróleo; médicos, medicinas, escuelas, aun tengamos gobiernos que dicen “Presidente del empleo”, “Mi compromiso es contigo”, “Justos haremos historia” –por citar a Calderón del PAN, a Peña del PRI y a AMLO de Morena-, menos unos buenos fines de semana y ya ni se diga unas vacaciones.
Es por esa gente por la que hay que coincidir, y no hay de otra que seguir despolitizando la economía, y mientras menos estén los empresarios relacionados con la administración pública es mejor.
Se trata de humanización a la política, no monetizarla tipo EU.
Ellos que hagan varo desde sus negocios, el gobierno que les de las facilidades pertinentes, pues otra cosa es que dé calidad social a su gente pobre, desde sus presupuestos sin afectar el desarrollo institucional de la función pública.
Digo, porque gobierno que no trabaja para su pueblo, no tiene sentido.