Las crónicas de un continuo despertar

8/octubre/2024

 

Arit León Rodríguez

 

El día de ayer una caravana de  migrantes conformada por aproximadamente 200 personas partió de la ciudad de Tuxtla con rumbo Oaxaca para encontrarse con un grupo mayor de aproximadamente 3000 personas qué partirán de esa ciudad con la intención de cruzar el país ante la imposibilidad de tener apoyos por parte de las autoridades mexicanas según sus propias palabras.

 

Recientemente en Tapachula un grupo de 800 personas también empezaron a movilizarse ante las quejas de no tener facilidades para poderse desplazar sin problemas.

 

Claro, vamos de nuevo a la misma situación de siempre, si bien es cierto que los migrantes se les brinda apoyo para que puedan pues, transitar por algunas partes del país y no hay una política en la cual se le sancione del todo por ello, es cierto que la ciudadanía tiene recelos ante esta situación, en lo personal yo siendo una persona que cree que bloquear los accesos a las personas que transitan por el país  no es la mejor solución, he vivido la experiencia de encontrarme con 3 individuos de origen centroamericano y ser de cierto modo intimidada por su paso cercano a mí, ya que en ese momento estaba acompañada de dos menores de edad a las cuales observaron con un dejo algo obsceno.

 

Es difícil y lo entiendo, sin embargo como ciudadanos también tenemos derecho a estar lo menos preocupados posible pese a la situación que ya innegablemente vivimos con la inseguridad local.

 

Pero vaya, no da mucha tranquilidad que hayan zonas en las cuales bajo los puentes hayan asentamientos y casas de campaña de personas que sabemos que van de paso y nuestras jóvenes y muchachos transiten solos a tempranas horas de la mañana por esas áreas sin vigilancia.

 

Creo que cada quien establece los parámetros de sus prioridades, pero es cierto que aún cuando ellos están en un estado de necesidad que los impele a realizar este tipo de acciones, cómo trasladarse a través de países desconocidos, nosotros no tenemos por qué ser víctimas también de esa situación cuando bastantes carencias tenemos en nuestro propio país pese a que aportamos una gran cantidad de nuestros ingresos en impuestos.

 

Si las autoridades están permitiendo como política social el paso de los migrantes no tenemos problema con ello, pero sí se tienen que tomar cartas en el asunto de quiénes son las personas que transitan por el país y que en las zonas donde se asienten haya cierta regulación y vigilancia en nuestra ciudad.

 

Fíjese que recientemente en este año se abrió un espacio en Berriozábal llamado “Centro de atención para niñas niños y mujeres migrantes”.

 

Y fue una inversión de más de 150 millones de pesos.

 

No sé si esperan que haya una en cada ciudad, pero para eso tendrían que esperar puesto que hay muchísimas más necesidades en el estado y para la ciudadanía.

 

No sé si para ellos esto sea violatorio o intimidante, pero la realidad es que establecido desde el parámetro de cuidado tanto de ellos como de nosotros sí debe de invertirse elementos y recursos para que esto pueda fluir de una forma lo menos riesgosa para la ciudadanía.

 

Hasta el momento no ha habido alguna declaración en la cual se establezca si hay algún tipo de contradicción al paso de los migrantes por territorio mexicano pero tampoco el instituto de migración ha expresado algún tipo de resolución definitiva al respecto.