Arit León Rodríguez
Los asuntos de tránsito y tráfico en la ciudad ya están alcanzando aspectos que deben de ser considerados como delicados y no es nada más que hagan nuevos libramientos o segundos pisos sino es la cultura vial con la que como ciudadanos convivimos cotidianamente.
Hay mucha agresividad entre los conductores que andan por la ciudad, y pareciera que nos culpamos unos a otros por el hecho de haber salido tarde ese día y que fuera responsabilidad de los demás acelerar el tránsito su pena de aventarnos encima el vehículo que lleven o hasta la motocicleta con la que van transitando. Vemos la imprudencia en ambos sentidos tanto conductores como peatones que por el tiempo que viene encima se aventuran actitudes que son mucho más que temerarias.
Y aún cuando sepa que por mucho sea sancionado a infinidad de motociclistas por ejemplificar, que conducen de forma arbitraria e inclusive llevan menores de edad, hasta bebés sin casco y protección, tal pareciera que somos indolentes y no nos damos cuenta de la proporción del descuido hasta que llega una desgracia y pedimos que las autoridades de salud nos respondan, paguen y resuelvan infinidad de problemas derivados de nuestras imprudencias.
Mientras tanto seguimos inundados en un mar de coches y pronto de contaminación.
Ya no hay cinturones verdes respetados en la ciudad y las campañas de siembra de árboles aun cuando han tenido efecto deberían ser tal vez más insistentes puesto que por la cantidad vehicular de Tuxtla Gutiérrez que es muy superior a la media de otros lugares, si no sembramos árboles nos vamos a ahogar en nuestros propios desechos de anhídrido carbónico y todo lo que se derive de la inmensa cantidad vehicular con la que contamos.
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Durante los últimos meses, y como usualmente sucede en estas fechas, Chiapas ha registrado un incremento en los casos de dengue, con 2,490 casos confirmados hasta el momento, así como un total de seis defunciones, y se espera que el número continúe al alza debido al aumento previsto en las lluvias.
Todos los que somos oriundos de zonas cálidas y húmedas así como los que venimos a vivir a Tuxtla Gutiérrez Chiapas y otros municipios del estado sabemos que son caldo de cultivo para que los mosquitos proliferen en la época en la que la lluvia llega y llenas todos los espacios de nuestros hogares y la calle, pareciera que está de más recordarlo pero somos bastante negligentes y el dejar cubetas, algún tipo de cacharro, y demás objetos que puedan almacenar agua en cualquier cantidad es simplemente abrir un criadero para zancudos portadores del dengue y algunas otras enfermedades.
Por toda la ciudad desde hace algunas semanas, brigadas de salud han comenzado jornadas de fumigación en zonas consideradas de alto riesgo, especialmente en municipios con historial de alta incidencia. Sin embargo, se ha destacado que la fumigación no es suficiente sin la participación activa de la comunidad en las tareas de prevención.
Las autoridades exhortan a la población a estar alerta y a tomar medidas preventivas, como mantener sus viviendas limpias, utilizar repelente y, en caso de presentar síntomas como fiebre, dolor de cabeza o articulaciones, acudir de inmediato a recibir atención médica.
