René Delios
La vez aquella en que dijo López Obrador como candidato en torno a unos cien millones de pesos de su partido, para dárselo a los damnificados por los terremotos del 19/17, y que no pudo ser porque ese es varo etiquetado, y que de acuerdo a la ley electoral es para lo que es: gasto político, me quedó claro que AMLO no estaba exento de las ocurrencias a bote pronto a que están acostumbrados en la política mexicana.
Entiendo que hay los y las que le ven todo chueco al gobierno, igual están ciertos, pero aun con las deficiencias, rapiña, desvíos, la capacidad de respuesta en lo general no ha sido mala; nos le fuimos a la yugular todos, por el asunto de la escasez de medicinas cuando eso data de pasados sexenios, y nos inconformamos con todo, cuando detuvo de plano la distribución, ante el robo millonario que tres abastecedoras hacían con los recursos de la SSA.
Igual con la falta de gasolina en la zona norte ante el huachicoleo, que obligó a comprar pipas sin licitación, y luego lo de las guarderías –pues hasta con los niños lucraron, inventando matrículas- y ya ni se diga cuando escaseo el medicamento para estabilizar el cáncer infantil que aún es un rezago, que ya se le va a quedar a Sheinbaum
Hoy todo eso es parte del pasado que se conoció de siempre y que fue superado bajo presión popular, es decir, sino es así ¿Los gobiernos no resuelven los hechos de corrupción?
Parece que no, y la llamada 4T no es la excepción, y siguen los reclamos y presiones por la falta de medicamentos suficientes a la demanda constante en las clínicas y hospitales públicos en el país.
Este país que es de sierras, desiertos, ríos y costas, entre el trópico de Cáncer y el Ecuador, humedad-calor: huracanes, ciclones, inundaciones, lluvias torrenciales y cinco hermosas capas tectónicas en movimiento bajo nosotros: terreno fértil para los que llamamos fenómenos naturales, cuando solo son reacciones de un planeta vivo, que no tienen nada de fenómeno, más que nosotros que imprudentes, casi siempre estamos en la orilla de todo con nuestras ciudades y pueblos.
Digo, esos “fenómenos” pasan desde mucho antes de que existiéramos como especie sobre la faz de la tierra.
Pero regresando al siguiente bodrio, no faltaron los que se desgarraron las vestiduras por la creación de la Guardia Nacional en un tiempo record, los que se opusieron a que la asuma el ejército, pues se estaba militarizando al país, y pues le bajaron intensidad con eso de abrazos no balazos, aun lo cierto que la nación aplaudió cuando los militares reaccionaron en Acajete, Puebla, y después de eso se anunció que los militares y la guardia, reaccionarían a las agresiones, pero, todo siguió igual.
De eso nadie se acuerda ¿O si?
Esto está entre las que el portador de otros datos, concede, pues ya ha “doblado las manos” en otras ocasiones como cuando ha sido efectiva la estrategia.
Pero bueno, no reconocerlo, también es parte de la polémica, en contra de los que solo se les tiene que aplicar la ley.
Esperemos que así sea, porque ya bajaron de volumen el caso Odebrecht, por ejemplo, como antes pasó con “La estafa maestra”, pues lo de moda es que vienen eso de darle el mando de la Guardia Nacional a la Sedena, y esta semana no pasa.
