Tubo de ensayo

3/agosto/2024

 

René delios

 

¿Caza notas?

 

Y es que me explicaron que hay una serie de granjas en dónde elaboran o diseñan las estrategia de guerra sucia, y que ésta no solo se da en la política, sino que también en la industria, el comercio, y más en la impunidad que son las redes en abuso de la libertad de expresión.

 

O sea, los caza notas son aquellos que se dedican a descalificar textos o videos e incluso a sus autores en las redes sociales, y que exhiben situaciones políticas o privadas o despedazan un producto, solo para darse gusto, y por lo general no emiten una sola opinión elevada y son puro “monosílabos” ¡Ja!, en cuanto a sus pedacitos de opinión descalificativa.

 

Los hay también los que bajo consigna, se dedican a perseguir lo que escribe determinado que ha cuestionado a otro determinado, y así empieza lo que se conoce como guerra sucia entre políticos.

 

Lo vimos en las pasadas campañas políticas un buen; la guerra sucia es notoria en las redes y sí, aun lo concreto, aparecen los que con todo, descalifican a ensayistas, reporteros, planteamientos de políticos -y más si hay varo-, y es clara la inquina más que establecer una posibilidad de discusión a beneficio de los contendidos e incluso se llega a los insultos por una de las partes.

 

¡Caza notas!

 

Qué termino: ya había oído a unos jóvenes hablar sobre los “caza ñoras” en gimnasios y deportivos, y hasta reconocer la precisión con que llamaban a las señoras en verdad guapas “rukibuena”, pero eso de caza notas me brinca.

 

Pero bueno, si alguna vez me toca uno, espero le sobren palabras, porque en éste espacio me han dicho de todo cuando no profeso ni milito, y aun con eso me han acusado de testaferro de políticos, escribano de mi patrón, me han mentado la madre y hasta me han enviado bendiciones cuando no creo en ellas: no soy partidario de la tendencia goebeliana que dicta repetir la mentira hasta hacerla verdad.

 

Sí, eso que retomó el Donald Trump con su atentado.

 

E igual sucede con eso de darle “me gusta”; el que una mentira tenga más like que un planteamiento certero no la hace verdad a esa mentira; será una versión imprecisa hasta que sea aclare, y ya.

 

El que un texto tenga poca lectura -como siempre- no indica que su contendido no esté en lo cierto.

 

Digo, porque sin ánimo de polémica una mujer hermosa tiene más like que cualquier texto de valía, que se encuentre líneas arriba y, son situaciones que aún siguen en escrutinio para el análisis de lo que entregan las redes sociales como tales.

 

¿Instruyen; destruyen?

 

Lo que si es cierto es que el manipuleo de contenidos en las redes al final se cae cuando es mentira; múltiples ejemplos lo corroboran, como los mismos hechos derivados de ello.

 

Personajes que se han fabricado una imagen falsa, falsedades que se han creado una versión como verdadera, verdades a medias con mentiras incompletas, mentiras inconclusas pues de tan obvias se tropiezan con la realidad: todas han caído en su momento y pierden su trascendencia como sus proyectistas o manipuladores, su credibilidad.

 

Pero los hay también motu proprio, los que descalifican de todo porque son opinión pública, y denigran a sectores o gremios sean de maestros, obreros, intelectuales, periodistas –nos sobran admiradores ¡ja!-, a los que leo aun me ataquen –repito- sin jamás borrarlos, pues los o las más, se borran ellos mismos sin hacerlo, y si la entendió pues qué bueno.

 

Neto.

 

Lamentable, porque muestran el nivel inverso a lo que creen proyectar.