Tubo de ensayo

20/julio/2024

 

René Delios

 

La cosa es que deben de continuar las políticas de sustentación social y de austeridad, porque la realidad, sobre todo mundial, no está para “milagros” financieros pues ni negar que los conflictos armados general una espiral energética, inflación mundial, incremento de aranceles, y con ello la incertidumbre económica y presión en las finanzas mundiales, que impactan en las plataformas de producción, digamos en el petróleo en el caso mexicano, pues aunque favorece el incremento de la mezcla de exportación, encarece la transformación del hidrocarburo -gasolinas, por ejemplo- que México compra aun al extranjero, al menos hasta que funcione al cien la petroquímica de Dos Bocas.

 

Ni al caso un despliegue de las cosas técnicas del varo mundial que no vienen al caso en esta entrega, que solo se centra en que se puede pretender hacer creer que en un sexenio se iban a solucionar los pendientes de un siglo, y que todos aquellos que se dicen los mejores -y me refiero desde los que acusan a la mafia del poder de todos los males sociales de México, hasta los que se proponen en las aldeas estatales como los idóneos para el cambio-, omiten referir que muchos fueron parte del saqueo, y ahora ya en Morena se instalan como impolutos.

 

Ni la federación y ni el gobierno estatal, tienen el dinero para solucionar la demanda social que es enorme, entidad por entidad.

 

Por eso la austeridad debe mantenerse, el presupuesto no puede derrocharse: no se trata solo de tener dinero, sino de priorizarlo, esto es, de destinarlo en dónde va a obtenerse una mayor cobertura de beneficio, no solo para que la gente mejore su nivel de vida, sino también para que ésta produzca –mejor si es lejos del paternalismo- bienes de capital en los municipios, que sin transformación son bastante parasitarios de los erarios federales y estatales, y con la corrupción implícita que aún lacera, pues no va a ser un tránsito fácil.

 

Desde luego que hay los que insisten que hace falta correspondencia, en especial a Chiapas que es rico en energéticos, pero eso es propiedad de la nación, del Estado Mexicano, no de las entidades, y pues de lo que hablamos es que a falta de infraestructura de transformación en el sector primario, no se genera valor agregado y suficientes empleos, aun los reportes de que la tasa de desempleo bajó sustancialmente en el medio urbano en el estado.

 

El rural es el problema, de allí el llamado para que se refuercen acciones para atraer inversiones relacionados con el agro, y se dice que el escenario para ello es complejo, en especial en zonas de Los Altos, en dónde se observa presencia del crimen organizado.

 

Pero nada de eso cambia el punto: ¿Cómo se va a resolver sin dinero los problemas ancestrales, los acumulados de pobreza, desplazamiento social, ausencia institucional, en solo seis años de la nueva era?

 

Ya no fue posible en el presente sexenio ¿Lo será en el otro? Que reclama trabajo, sin triunfalismos, y menos con una fauna chambista que se dice gente jaguar, cuando se les ve –los conocemos- que aun piensan eso de “póngame en dónde hay”.

 

Lo bueno es que también, los conoce el jaguar.