René Delios
No se tambaleó económicamente en nada Francia –como acá hicieron con el peso porque repitió contundentemente Morena-, por el triunfo de la izquierda radical, que le arrebató la mayoría a la ultraderecha, logrando 190 diputados de 250 y con presencia tal que pueden influir para colocar al primer ministro, y todo parece indicar que podría ser Jean-Luc Mélenchon, uno de los líderes de la coalición política de extrema izquierda, llamada Nuevo Frente Popular en la nación Gala, y quien se deshizo en elogios hacia el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, cuyo modelo de gobierno “debe ser la tendencia” en el mundo de primero los pobres, luego de siglos de explotación del hombre por el hombre, aun por su propios gobernantes.
Las comparaciones entre el capitalismo y el socialismo como modelos de gobierno para el desarrollo social, se dan desde décadas ha, y desde luego que el primero ofrece amplias libertades por sobre que el segundo, además de que las expectativas de mejor calidad de vida en las potencias, se disparan muy por encima del grueso de las naciones que pretenden seguir el mismo modelo, y para ello se apoyan en instrumentos neoliberales como financiadoras o bancas, y ofrecen paraísos fiscales para los inversionistas que por aparte, han explotado a pueblos no solo en sus recursos naturales, sino también en el trabajo de su gente.
Ocultando eso, tenemos claro que también el uso de los medios de comunicación mundial deforma la forma: nada se dice de que “el mundo libre” francés tiene sometido a Níger o al Congo en África, como China al Tíbet, y solo se destaca masivamente que Rusia no suelta a Ucrania, o se oculta que la masacre en Palestina no es por la lucha de un pueblo bíblico como Israel, sino para asegurar una presencia geopolítica, aun las naciones circunvecinas no acepten su presencia, territorio que han ampliado de la misma manera en que los trataron los nazis: genocidio.
Y la otra ¿Cómo financian esa guerra los israelitas?
En el comunismo intolerante, sea Corea del Norte, China, Cuba, explotan a su gente, la manipulan, la marginan, la censuran, la encarcelan y las matan en caso de disidencia.
“En el mundo libre” es lo contrario: hay disidencia, libertad de expresión, libre albedrio y comercio, elección política, mucho mejor calidad de vida, que es lo que se difunde, se publicita, pero no los índices de pobre en éstos.
Porque ni negar que en naciones que practican la democracia, la libre manifestación de las ideas, el derecho a la asociación y la inversión privada, como Estados Unidos, Inglaterra, Rusia hay pobreza.
Y ya ni se diga en México que, como otras tantas naciones del continente, buscó todo el siglo pasado y parte de éste, el desarrollo vía capitalismo y su instrumento “igualador”, el neoliberalismo.
Eso aparte de que –como dicen amigos míos de Suramérica- “en tu país hay petróleo, gas, turismo, mar a ambos lados del continente, agua, tierras cultivables, historia, culturas, pero con un pueblo altamente pobre”.
¿Porqué?
La respuesta es corrupción o implementamos otra ¿Gobiernos inútiles?
Aparece también la especulación económica, y desde luego sus instrumentos que sustentan ese mundo libre: el Fondo Monetario Internacional –que bajó hace unos días el índice de crecimiento de México de 2.6 a 2.4 para 2024-, el Banco Mundial, la OCDE, el Banco Interamericano de Desarrollo e institucionales u organismos similares que, prestan dinero, dictan las comisiones y tasas de interés, de acuerdo al PIB de la nación de que se trate, y como recién el FMI sobre México, determinan su promedio de crecimiento anual del producto interno bruto, de tal manera que de su apreciación depende que nación es buen destino de inversión extranjera directa.
Si la evaluación de la calificadora es negativa, el varo no llega, así de sencillo, y por décadas en el siglo pasado, manipularon economías regionales –América Latina incluida- que se endeudaban para generar las condiciones que demandaba la inversión, y también por décadas han cobrado intereses que han significado tres veces lo que prestaron esos emblemas del llamado mundo libre, y que al final de cuentas han sido una sangría para esas naciones que siguen igual.
Hoy la influencia de esas crediticias en los criterios de los gobierno mengua –los neoliberalistas mexicanos les obedecieron: Peña creo las reformas estructurales a su modo-, pero ellos tienen el dinero: hoy la idea no es un socialismo cerrado, sino un proteccionismo económico, nacionalista, en la idea de que las naciones alcancen la autonomía y se estabilicen socialmente –digamos, en México, primero con lo propio, como energía eléctrica, combustibles, agricultura y ganadería, equilibrar la calidad de vida, y luego pensar en infraestructura incluso jurídica, a favor de todos, incluyendo a los inversionistas-, que es el planteamiento de la Cuarta Transformación con eso de “primero los pobres”, que es ya resonancia mundial a partir de que los socialdemócratas ganaron en Francia, pero antes pasó en España y antes en Alemania, países de gobiernos de centro izquierda, los que el modelo mexicano es referente, les guste o no a los conservadores locales, lo que nada dicen sobre ello, y ni es necesario pues, el pueblo lo sabe, lo percibe y lo refrendó con su voto.
Una advertencia: no ha sido la democracia la responsable de la explotación bárbara de recursos y el trabajo de naciones enteras, sino el capitalismo y en el mayor de los casos por parte de consorcios y empresas “del mundo libre”, que en ese caso no violan los derechos humanos aun lo evidente de Palestina, Ucrania, Congo o Níger.
Si, el capitalismo socialmente ha abusado.
Hay los se sostienen en que para violaciones a los derechos humanos, modelos gubernamentales como el de Cuba o China, y es cierto; en el caso de la isla, su modelo de gobierno no se ha desarrollado, y el pueblo reacciona en la inconformidad y eso ha generado represión, pero igual padece corrupción y eso contaminó el ejercicio social del gobierno, y por ello han fracasado, no precisamente por el bloqueo gringo.
En la nación caribeña, aunque no se crea, hay burocracia dorada, que como hoy en Nicaragua, vive en las viejas residencias de la época de Bautista, o en modernos fraccionamientos que hacen la diferencia con los de la población común.
Así, la elite del socialismo, se ha corrompido.
Por eso México es ejemplo para Cuba, pero no para China, nación milenaria que ha aplicado su sabiduría ancestral conservada pese a la absurda revolución cultural de Mao, contrariamente se transformó en una potencia en solo un cuarto de siglo, que por más que el occidentalismo ha tratado de disminuir, no han podido, y es hoy la contra potencia de Estados Unidos en todo, y que a diferencia de generar una guerra fría, le compite en su campo a los gringos: capitalismo, competencia, calidad, y es lo que se ve.
En lo otro, lo oculto, lo terrible que hacen para mantener eso, no se dice; ninguno acusa al otro de sus abusos.