René Delios
El Movimiento de Regeneración Nacional gobierna la mayoría de los estados en solo diez años en que tiene registro, y solo a seis de ganar la presidencia del país.
El punto es que ni aun con toda la imagen de demócrata que ha tratado de proyectar, Andrés Manuel López Obrador puede suprimir la imagen del “santón” total de Morena, como ha habido varios en los partidos políticos, sea Elba Esther Gordillo con Nueva Alianza, o Dante Delgado en el Movimiento Ciudadano, o Alberto Anaya en el PT, que se rolan las carteras y candidaturas pactadas y compactadas.
En otro tiempo en el PRI estuvo vigente el presidencialismo y el institucionalismo a ultranza; nada se movía sin la orden del “primer priista” que ejercía su mayor poder al elegir a su sucesor, quien era de facto presidente de México.
Pero pese a que eso es tiempo pasado, las reverencias a los santones y dirigentes sigue, y la imagen más representativa hasta ahora de esa vieja costumbre es López Obrador, el que durante su gestión dijo varias veces que “no habrá reelección”, ante esa inclinación de sus seguidores que, le refrendaron contundentemente su acuerdo con la 4T.
Dada la elección, se olvidó el tema, pero ¿Se tocará la reelección presidencial en este país?
Difícilmente; pudo hacerlo López Obrador, pero no se atrevió a tanto.
Porque hay que recordar que la reelección fue el motivo de la tercera transformación, es decir la Revolución -las anteriores fueron la independencia y la reforma-, que se gestó en contra de la dictadura disfrazada de Díaz, es decir, y surgió el termino sustancial del PRI que es “la no reelección”, la que ahora su dirigente pisotea en ánimo de seguir de dirigente de un tricolor agónico.
El hoy presidente de México se va con pendientes, y aunque mencionó que solo dos -Ayotzinapa, descentralización- hay tres temas delicados que están en el limbo: migración, seguridad y comercio; López Obrador pese a sus detractores -que son pocos, pero están en los medios de opinión y parece que son muchos: a través de esas voces inflaron la imagen de Xóchitl- se va compactado y a la vez presidido no solo por el resultado electoral de dos a uno a favor de su partido, su candidata, su gobierno, sino también por el respeto de no pocos mandatarios por desafiar directamente a EU y su política doble cara en lo económico, derechos humanos, medio ambiente, narco.
No, AMLO no fue ni gobernador ni alcalde, ni diputado y ni senador nunca: hay los que se preguntaban que con tanto poder y presencia buscaría tribunas legislativas para seguir en la jugada.
No, el llamado megalómano, santón, senil, en fin, saber que tantos adjetivos le han puesto al de Macuspana, entrega el poder y se va a su rancho.
Se va a la chingada.
Matraz
Ya que mencionamos legislativos, no hay manera de darle revés a la reforma del poder judicial, la cual realmente busca frenar y atar de manos a los jueces para que no puedan declarar inconstitucional y suspender leyes aprobadas en el legislativo, a través de juicios de amparo que usa la oposición con apoyo de la Suprema Corte, y a la fecha son diez las enmiendas suspendidas o de plano no procedentes.
En lo que va del gobierno de López Obrador, la oposición en el Congreso y la SCJN han tirado reformas del Ejecutivo, y algunas de ellas fueron enviadas nuevamente al Congreso por el mandatario mexicano en su paquete de reformas, entregadas el pasado 5 de febrero, para que la próxima XXVI legislatura las analice y apruebe en su caso.
Las leyes que fueron remitidas por amparo a la suprema corte son, La Ley de la Industria Eléctrica, Reforma político-electoral, Traspaso de la Guardia Nacional a la Sedena, Ley de pensiones y Reformas al poder judicial, que es la que se va a tratar entrando septiembre.