Tubo de ensayo

4/julio/2024

René Delios

A ver, los integrantes del poder judicial se ganaron por sexenios a pulso propio -como sucedió con los políticos-, su fama de corruptos, que es lo que les cuestiona el ejecutivo, de servir a cuellos blancos y criminales; ante eso, los políticos de oposición al ser minoría en éste caso, lograron que la suprema corte de justicia de la nación o poder judicial, se enfrentara al ejecutivo federal y le cancelara o suspendiera resoluciones aprobadas por el legislativo de la unión, de tal manera que el judicial -también a nombre de la democracia-, se enfrentó tanto al ejecutivo como al judicial, o sea -y ya claro-, a Morena, a la 4T y sus aliados, pues salvo –Yasmín Esquivel y Lenia Batres- la mayoría de los ministros son opositores a la 4T, por su concepto nacionalista, según esto, lo que significa un retroceso.

 

¿Y en qué avanzó socialmente México con el neoliberalismo?

 

Por eso la población que votó, en su mayoría le dio todo el poder al ejecutivo y al legislativo, y ahora en el judicial sufren por que entre ambos poderes federales electos, lo van a dejar también a disposición de la decisión popular, para que los ministros, magistrados y jueces, sean votados por el pueblo y no por las elites de barras y leguleyos acostumbrados –como en los partidos para las candidaturas- al tráfico de influencias en la designación de ternas para esos cargos.

 

Neta que eso pasa por andar manipulado de todo, no solo a la Suprema Corte, sino también a los medios informativos, encuestadoras, inflando datos y nada era verdad, al usar de todo para desprestigiar a un gobierno fuerte, con presencia: se desgastaron –y gastaron- tanto en causarle merma ante la opinión pública que, contrario a la derecha y seguidores, calló, no polemizó, no se dejó manipular, salvo los que le creyeron a toda la pléyade encabezada por Claudio X González.

 

México ya no es su feudo: por segundo sexenio la banda dijo no a la derecha elitista y al priismo hegemónico.

 

¿No lo aceptan?

 

La verdad son los menos, su opinión no pesa, se notó en las elecciones –“la suma de ceros, da ceros”-, pero pese a ello -que sería lo contrario en caso de Xóchitl Gálvez- se les escucha, pero no se les va a hacer caso –esa es la otra verdad-, pues obvio se las va a cobrar AMLO por el cómo le pisotearon –sin foros como ahora- todas sus iniciativas de ley, aun  a sabiendas que en el caso del INE hay razón por sus altos costos burocráticos, el INAI -institución miope de siempre- que no ha servido para nada desde su creación, cuyo desempeño bien puede absorber la Secretaría de la Función Pública, y así como esas, otras que fueron, decía, aplastadas por la corte para beneplácito de la oposición y ahora, que ambos poderes -el legislativo y el ejecutivo- se le van encima con todo, se sorprenden.

 

La SCJN a nombre de la ley, aplico un criterio parcial, de derecha, y por eso van a llevar, se pongan como se pongan.

 

Matraz

Unas gráficas publicadas en redes sociales y medios informativos, en la que el gobernador y presidente municipal electos, Eduardo Ramírez y Ángel Torres, respectivamente, junto con el director general de la Coordinación de Organismos Públicos y Proyectos Estratégicos de la CDMX, Álvaro Madrigal, visitaron el Cablebús de la capital del país, llamó mucho la atención en Chiapas y sobre todo, a los tuxtlecos.

 

En este recorrido, en el que conocieron la operatividad de dicho medio de transporte, Ramírez Aguilar dijo que prevé que este proyecto se realice en Tuxtla Gutiérrez, en un esfuerzo conjunto con el alcalde electo, para llevar a la capital chiapaneca a la modernidad.

 

Ese no fue cualquier referencia.

 

¿Modernizar Tuxtla?

 

Pues eso es lo que ha realizado Rutilio en lo que va de su gobierno, lo que obedece a un plan urbano ya diseñado o proyectado, que se ha ido realizando conforme se ha podido, y suponemos que el varo para el segundo piso del Reloj floral al puente Matumactzá, sigue ahí.

 

Desde luego que como ese proyecto detenido hay implícito otros como parte de la planeación de la infraestructura que se detonará en la nueva era de Chiapas a partir del 2025.

 

Se realizará ese proyecto vial. Ya se sabrá.

 

Desde luego que –regresando al teleférico- habrá los que digan si eso hace falta por sobre la demanda de la capital, sea pavimentación, drenaje y agua potable, alumbrado, y las mismas quejas que aprovechan líderes oportunistas para seguir con lo mismo –como sucedió con el segundo piso frente a Caña Hueca-, cuando un CableBus o Teleférico sería un atractivo turístico que, proyectaría al Cristo de Copoya –pues alguien filtró que ahí sería una de las terminales, sin decir dónde la otra-, de hecho construido a mayor altura que el famosos Pan de Azúcar de Brasil.

 

Pero esa es otra historia.

 

La recurrente es que hay que modernizar a Tuxtla, bastante mal diseñada en sus vialidades por años en que no contemplaron desfogues viales y hasta es víctima de bloqueos a sus accesos porque solo hay dos: oriente y poniente, y la verdad hay que remediar eso.

 

Por eso hay que dejarse de falsos ecologistas que no van a reforestar ni un parque –habiendo tanto espacio en las cañadas de Coyatoc-, y que se desgarran las vestiduras por unos árboles que en realidad no fueron el motivo central de la queja, y si la molestia de los patrocinadores de la inconformidad porque no los llamaron al proyecto.

 

Proyecto que, desde luego, también se va a realizar, obvio sin ellos, pues ganó al que bloquearon por atentar contra el medio ambiente y por “tabasqueño”, el que es ahora el que acuerda con el “Jaguar”.

 

Imagino que no deben estar contentos.