Arit León Rodríguez
Con un “Vamos a atender el problema de las pensiones y lo vamos a hacer de la misma manera de común acuerdo con los empresarios, con los dirigentes de los trabajadores para que cuando el trabajador se retire tengan su atención y una atención como lo merece.
“A los trabajadores vamos a revisar contratos, vamos a revisar todo el marco legal a partir de la nueva ley de trabajo, siempre para beneficio de los trabajadores, con los trabajadores todo, sin los trabajadores nada”, López Obrador denunció que los derechos de las y los trabajadores del país se van a respetar en el momento de su jubilación.
Sería bueno analizar hasta donde eso ha sido posible, con aquello de que realmente muchos de los trabajadores viven amordazados entre los caprichos de su empleador, los arranques de sus líderes sindicales y las necesidades burocráticas de sus propios ejes laborales.
Oigan existe muchísima gente con capacidad que llega a las épocas de jubilación quebrados profesionalmente y sin ningún tipo de estímulo y ganas de mejorar o capacitarse.
Que difícil es vivir y trabajar en México, donde nos precariza toda una vida para que al final de nuestra época activa laboralmente, te hagan sentir como misereas tu propia pensión.
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Las señales en la primera reunión del gobernador electo de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, con las y los diputados locales electos que formarán parte de la LXIX Legislatura, fueron muy claras.
A la derecha, siempre, de quien gobernará el estado, estuvo Luis Ignacio Avendaño, quien deberá conducir los destinos de la agenda política y de salvaguardar los lazos entre los principales actores partidistas, para tener en común una única agenda, la de Chiapas, su desarrollo, paz y estabilidad.
Esta reunión de Ramírez Aguilar fue importante porque marca el inicio de la relación entre el próximo Ejecutivo y Legislativo, donde predominará la agenda progresista, como no la habido, en la entidad.
