Las crónicas de un continuo despertar

10/julio/2024

 

Arit León Rodríguez

 

La lluvia de la tarde y noche de ayer ha dejado consecuencias fatales en la ciudad.

Si bien es cierto que a veces la urgencia y necesidad nos impulsa a querer atravesar por zonas que ya conocemos que son un peligro por las corrientes que se atraviesan sobre el asfalto pero no podemos exponer nuestra vida por la desesperación.

Lamentablemente durante la tarde de ayer una motociclista cruzó una corriente de agua que probablemente no se veía tan riesgosa, pero que lamentablemente logró arrastrar su vehículo y a ella con él, dejándola debajo de vehículos que estaban estacionados y chocando con la corriente de agua lo que le impidió poderse levantar.

Y es una historia totalmente lamentable que debemos tomar como un claro ejemplo de que nos vale llegar tarde a no llegar a nuestro destino.

Cuando sean épocas de lluvias fuertes evitemos el hacer movimientos por la calle, el pedir inclusive servicios a domicilio y si somos empleadores, evitar con totalidad en mandar a las personas que se dedican al reparto a transitar por la calle, y por ende también tener tolerancia de si estas personas estaban en tránsito durante la lluvia darles el tiempo suficiente para volver sin sancionarles.

El incremento de la cantidad de lluvia que está llegando a la ciudad ciertamente es necesaria y benéfica pero es notorio que desde hace mucho tiempo la ciudad no está preparada para soportar la gran cantidad de agua que se desliza por sus calles, y esto pasa porque ciertamente estamos notando que los cerros y las zonas verdes que antes absorbían mucha cantidad de lluvia hoy son toboganes para toda el agua que escurre hacia la parte central de nuestra ciudad y se vuelve un pozo cada vez más hondo.

Claro que esto ha sido acumulación de muchas administraciones que no han atendido con celeridad este problema y entiendo también que no será solucionable en un solo trienio, es donde ya se tiene que hacer un trabajo tripartita entre autoridades municipales, estatales y nacionales para qué de alguna forma se realice un proyecto amplio para resolver esta situación que cada vez es más preocupante, lo comento porque afortunadamente muchas estudiantes que cursan el turno vespertino ya no están en clases en estos días, pero imagina que estas lluvias tan portentosas se atraviesen cuando hayan múltiples estudiantes de grados diversos de secundaria y preparatoria transitando solos por la ciudad.

En lo que estos debrayes tienen algún tipo de resultado entre las finanzas y administraciones por favor seamos prudentes y cautos, y lo clásico que nos han dicho por generaciones, evitemos tirar basura en las calles para que esta situación no empeore aún más.

Recientemente, la Secretaría de Protección Civil informó que en el tramo carretero Motozintla-Frontera Comalapa, sobre la carretera federal 201, a la altura de la comunidad Álvaro Obregón, del municipio de Mazapa de Madero, se registró un derrumbe, lo que provocó el cierre parcial de la vía.

A lo largo de la ciudad quedaron las secuelas de la base del agua por lo que antes eran sus cauces naturales, como en la 4ta. Poniente, entre 12 y 13 Norte del barrio Niño de Atocha, donde prácticamente el concreto fue arrancado y quedó un socavón inmenso.

Realmente el agua siempre encuentra su camino, el que ha llevado recorriendo por miles de años sin que nada pueda bloquearlo definitivamente, aún no entiendo por qué los seres humanos somos tan tercos al creer que tenemos la capacidad de domar a las fuerzas de la naturaleza.