Editorial

15/julio/2024

En medio de las cosas distractoras como los enfrentamientos políticos y entre células criminales, los decomisos millonarios a los narcos, el futbol nacional e internacional, el intento de homicidio de Donald Trump; las noticias locales de los bloqueos de carreteras por lo que sea, o que igual reaparece el magisterio a propósito con sus protestas de justicia laboral, las cosas verdaderamente importantes para la nación y la entidad, se deslizan por cotidianas o porque son a conveniencia de las estructuras del poder que, prefieren que otros temas se ventilen por sobre el crucial, que es equilibrar la calidad de vida y el desarrollo humano en el país.

 

¿Cómo vamos con eso?

 

Todo bien, dicen desde la 4T, mientras los mandatarios –el constitucional y el electo- recorren la nación en una especie de novedosa transición, en la que la virtual presidenta emite anunció espectaculares y que en éste fin de semana destacó que “Sembrando Vida”, sigue.

 

Suponemos que ha sido un éxito, como las becas Benito Juárez, pensión para tercera edad, n busca de hacer justicia social, y seguir con el propósito central de la 4T que es erradicar la pobreza de México.

 

Porque mientras haya desigualdad social, no se puede hablar de plena democracia, pues sería demagogia. La nación sigue en la misma: con la pobreza como lastre, la baja percepción económica, inseguridad, zozobra.

 

Hay mucha expectativa en la próxima administración, salvo en oposición que sigue con su baja estofa atacando a los nuevos funcionarios nombrados por la presidenta electa, los que ya se sabe de quien vienen.