Editorial

3/julio/2024

 

Ahora enfocan los ataques a un legislativo sin dignidad, e ignominioso, que queda a disposición del mandatario mexicano al menos en el mes de septiembre, en el que, se dice, posiblemente se aprueben varias iniciativas de ley detenidas por un lado, y suspendidas por otro, por la suprema corte de justicia, en segunda con la oposición del congreso federal, que impugnaba las resoluciones de esa soberanía.

 

Así que, en el caso de los legisladores electos, la oposición “no espera mucho” ni en lo general y ni en lo particular; y en cierta forma los legislativos en el sexenio, no se han destacado por ser una lumbrera en la política de debate-propuesta, úes responden como bien cuestionan, a su compromiso partidista, antes que a su distrito, incluso que a su estado: primero la instrucción presidencial.

 

Pero es lo que hay y de ahí sin ponderar a ninguno, pues todos, sin excepción, son parte de Morena, con sus matices, pero deben mantener la disciplina, la política que da sustento a la 4T.

 

Si, hubo voto razonado, pero a diferencia de que en 2021 no funcionó el efecto tres de tres, en este 2024 Morena supero el voto de 2018.

 

¿Cómo estuvo eso?

 

No se puede hablar de fraude como dicen desde la derecha veracruzana por el triunfo de Rocío Nahle: el INE no estuvo bajo control de AMLO, de Morena, no lo está el TRIFE, por lo que las impugnaciones no tienen consigna.

 

Pero deberán apegarse a derecho.

 

El presidente habló de que no puede hacer partido de estado, pero tampoco cámaras legislativas a modo, pues se hacen lerdas y cómplices de la megalomanía y prepotencia y corrupción, según sea el caso, y eso no falla, pues en México hay bastante experiencia en ello.

 

De ahí la importancia de los foros para las reformas legislativas; que grupos, organizaciones, presenten matices, demandas, requerimientos.

 

Porque no se trata de hacer justicia a unos, perjudicando a otros.