René Delios
Y luego de que le quedó claro al mundo, pero sobre todo a los vecinos –para “contentura” de los asiáticos y retortijones del clero- que la mayoría de los mexicanos que determinaron el 2 de junio, nada más no jalan con la derecha ni los purpurados, y que prefieren a las izquierdas moderadas –como Morena- que a las hipócritas –como lo fue el PRD, al que nunca el pueblo le dio el poder-, allá en la China milenaria hubo reacciones positivas, y que esperemos se manifiesten hasta Chiapas, luego de la reunión entre el gobernador electo Eduardo Ramírez y el embajador de esa potencia asiática, Zhang Run, e igual en Estados Unidos, que ya trata a la virtual como tal, y la Casa Blanca envío un equipo a reunirse con Sheinbaum, encabezándolo la asesora de Seguridad Nacional de Biden, Elizabeth Sherwood-Randall, pero aparte se acercaron los de Citigroup de EU, dejando claro que ahora hay confianza, aun se sepa que fueron parte de los que secundaron desde el vecino país, la idea de impedir la llagada de López luego de las arremetidas que le dieron en campaña, con esa transmisión de “El populismo en América Latina”, en que si no acusaban sí advertían que AMLO era como Castro, Chávez y Lula.
Regresando ando.
Por el momento nada han dicho los líderes de la 4T –o sea, el mandatario constitucional y la mandataria electa- sobre si van a reintentar la reforma electoral, la eléctrica, en fin, todas las que le votaron don Andrés, quedando claro luego de este proceso que reducir el costo del voto el grueso de la burocracia electoral, urge, además de dejar a los consejeros ciudadanos como lo que son y ya, sin mayor movilidad política, para evitar que sucedan otros Lorenzo Córdoba en la conducción de un órgano electoral que debe ser imparcial.
Ahora, y sin dobles caras, ni los partidos ni los órganos electorales -el federal y los estatales, y eso que han costado un varo- han logrado una cultura democrática, ni entre las militancias y ni entre la ciudadanía, y en eso cada parte tiene su culpa, además de las que se agreguen por los malos gobiernos emanados del PRI y el PAN, y en las entidades se puede incluir al PRD, entre la suma de alcaldías en la CDMX y las presidencias municipales en el país, como para que le sigan saliendo muy costosos al erario, y todo a nombre de una democracia que no se consolidó en lo que va del siglo.
Y no se consolidó porque los que participan o compran la candidatura o no saben perder, y los más por entorpecer que por contribuir con la democracia, impugnan el resultado aun sea contundente.
De ahí derivan las miles de demandas por todo tipo de irregularidades que hay ahora en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y que en su mayoría no están prosperando, mientras por otro lado casi dos docenas de partidos estatales desaparecen, y en la nacional, se va el PRD, porque no lograron mantener el porcentaje de votos mínimos, y también por eso, presentaron inconformidad ¿Contra el pueblo porque no los votó?
¿O cómo?
Ese tema de los partidos que perdieron su registro tampoco se ha tocado, sobre todo por fueron de poca vigencia y costaron en poco lapso mucho al erario electoral, en especial porque fueron instrumentos de los gobernantes estatales para crear contrafuertes o pulverizar el voto en su momento, según el caso, pero que no le aportaron nada a la democracia.
¿O qué aportaron los partidos estatales PPCH, Mover a Chiapas, Chiapas, Unidos, PES estatal, RSP Chiapas y Fuerza México?
Porque fueron cinco partidos que por años depredaron y no salieron baratos, y cuyos dirigentes traficaron influencias, colocaron legisladores locales y alcaldes intrascendentes.
Esos partidos fueron agencia de colocaciones de un buen de vividores del erario electoral, los cargos públicos y los de elección popular.
O se que ya sin el patrocinio de algún gobernante se diluyeron a falta de trabajo de base, y se hundieron en conflictos internos que los debilitó más, aparte de que dirigentes buscaron salvar sus feudos a través de ERA, pero no se les dio.
La otra es que estamos en el periodo de las impugnaciones, en el lapso en que los perdedores se desgarran las vestiduras y el tiempo bonito en que los magistrados de los tribunales electorales, hacen de las suyas a nombre de la justicia y la democracia, y demás parafernalia de esos togados corruptos.
Va: se eligieron -olvídense de la presidencia- 300 diputados federales, 96 senadores -ya sabemos que 200 legisladores y 32 senadores son pluris, no se eligen-, nueve gobernadores, 30 congresos locales integrados por mil 63 diputaciones -ni idea cuántos son pluris-; además, en 30 entidades se renovaron los ayuntamientos, lo que equivale a elecciones en 2 mil 307 municipios, y miles de regidores: casi veinte mil cargos en total.
Ahí hay varo, pues ni al caso meter las manos a la lumbre por el TEPJF.
Aparte de todo eso, la mitad de candidatas debieron ser mujeres, y ya veremos si la tendencia de votar por ellas creció.
Porque ese es otro de los temas electorales de los que en números de resultados no se ha hablado, en el entendido de que también como nunca, en el sexenio de AMLO, la mujer se ha empoderado.