René Delios
Pues luego de que se de a conocer el gabinete federal, seguido del estatal, pues vienen los municipales, y entre éstos destaca el de Tuxtla Gutiérrez, por ser la capital de Chiapas, ciudad que se moderniza en el nuevo esquema de atención mesoamericana, en el Sureste Mexicano, y obligada caja de resonancia de todo lo que comprende nuestra entidad, que demanda desarrollo social y humano, sí, pero entre esas hay que promover identidad –que no es cosa secundaria, como muchos gobernantes creen-, para incluso rescatar tradiciones que, si no se han perdido, sí se ha reducido su practica, cosa lamentable: ¿Qué se sabe de la poética zoque? ¿La narrativa, leyendas? Pues no solo es publicar un libro, editar un video, sino darlo a conocer, y he ahí la importancia de un promotor cultural.
Tuxtla –Coyatoc, Coyactomó- es una ciudad con grandes riquezas culturales que deben prevalecer y replicar; en medio de todo esto de la elección, su resultado, se disparan muchas cosas, entre ellas las políticas que influyen en el aterrizaje de nombres para los cargos en la estructura municipal, de ahí que el presidente municipal electo de la capital chiapaneca, Ángel Torres, como lo propuso en campaña, desea posicionar a Tuxtla como referente en las bellas artes y marcar la diferencia con administraciones anteriores, que les ha pasado de noche esta valiosa herramienta, so pretexto que la demanda social es mayor, y a eso han destinado la inversión pública
¿La cultura se fractura?
No, el mismo pueblo la mantiene, la desarrolla, pero carece de los elementos y recursos para difundirla, de ahí que demande espacios, financiamiento, festividades de poesía, baile, gastronomía, es mucho lo que tiene Tuxtla como para dejarlo caer.
Para ello el munícipe deberá contar con un equipo liderado por una figura que no solo fomente lo ya conocido en el esquema cultural, como las presentaciones de libros y números Folklóricos, sino que tenga la relación con el gremio cultural local o cuente con experiencia con el mismo, con ideas frescas para aprovechar lo que por sí sola ofrece la ciudad, y llevarla al siguiente nivel.
He leído que se menciona al escritor chiapaneco Francisco Félix Durán para la promotoría cultural del ayuntamiento tuxtleco, quien cuenta no solo con trayectoria como comunicólogo, trinchera desde donde ha dirigido distintas oficinas de prensa a nivel estatal y municipal, sino también con el bagaje suficiente como escritor con obras como Cróninornas y El coronel Tek, entre otras obras en las que participa de manera colectiva como son: Cerca de las ventanas; Fulgor púrpura: Antología de narrativa chiapaneca; La crónica en Chiapas: Una perspectiva del siglo XX; y Sentir latino transformado en mujer.
Este promotor cultural, además, colabora con medios estatales y del interior del país con su artículo “La esquina rota”, en el Diario de Chiapas y el Periódico Zócalo de Coahuila, así como en el portal en línea Aquínoticias y Alfaro Noticias, en donde aborda temas relacionados con el cine, literatura y cultura.
Pensamos que Francisco Félix sería el perfil idóneo para el cometido del próximo alcalde de la capital chiapaneca en materia de cultura, insisto, con ideas frescas, generacionales, no anquilosadas.
Que de oportunidades a las nuevas plumas, a los nuevos pinceles e incluso a los nuevos cinceles, gurvias, en su caso –Ángel Xocoyozitl Luna, el creador del “Árbol de la Vida” en Caña Hueca, hubo de esperar dos décadas para que en su municipio lo voltearan a ver-, y que los exponentes manifiesten a su pueblo lo que tienen, lo que crean –y lo reconozca-, y no solo se proyecte a la elite, ya de nombre, a la que, desde luego, se le agradecen sus aportaciones, pero como que ya debe ser gente del nuevo siglo.
Francisco Félix es uno exponente acreditado.