Aún la derrota contundente, la oposición no va a coadyuvar con el país, y buscará entorpecer lo que pueda, y la señal visible es la denuncia de Gálvez en contra de López, “por traición a la patria”, en la idea de que todo lo que implemente el gobierno federal o 4T, va por la ruta incorrecta, bajo el argumento de que sus políticas están hundiendo a México.
Si, descabellado o “ridículo” como se publicó en un medio español, que precisó que Norte América, va a ser interesante ver el cómo se da la relación entre una nación de gobierno de izquierda moderada como México, y otro de derecha, en el caso de ganar la presidencia Donald Trump.
Al momento la fluctuación del peso frente al dólar no es de alarmar, y los índices de consumo interno se recuperaron a niveles antes de la pandemia, y eso solo se explica tanto por la llegada de divisas desde el exterior, las inversiones extranjeras, como por la distribución sin intermediarios de recursos federal a gasto de bienestar social.
Ciertamente se destinaron este año a los programas de bienestar una inversión superior a los 800 mil millones de pesos para dar protección a 25 millones de familias -y ciudadanos en condiciones vulnerables-, que es a la vez el equivalente al 70 por ciento de los hogares en México, esto de acuerdo a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Hoy ya ni se mencionan los efectos del Covid-19 que obligó al cierre de negocios y comercios, que redujo el índice de ocupación: Todo eso ya quedaron atrás, y se presenta una situación favorable de acuerdo al Banco de México, con la llegada de divisas y la distribución de recursos, que dan mayor capacidad adquisitiva a la población, generando empleos.
Pero insisten en su guerra personalizada en contra de los que ahora, detentan el poder.
Mientras las asociaciones y cámaras de comerciantes no se quejan, pues sus servicios son los que principalmente son requeridos por los que reciben los apoyos federales: el consumidor, aparte de que, como elector, ya habló claro.