Qué genera la desconfianza en los políticos: sus mentiras, abusos, uso de las necesidades del pueblo o de los recursos del gobierno, y desde luego, las candidatura de los partidos.
Llama la atención que, aun esa realidad, se erijan aun como portadores de la verdad, y manipulan situaciones como la financiera desde hace dos semanas, o plantean situaciones desproporcionadas –y han sido varias-, desde la cantaleta de todo el sexenio de que “México se esta hundiendo” económicamente, y ahora que, Andrés Manuel López Obrador, va a palomear a los integrantes del Gabinete Legal y Ampliado de Claudia Sheinbaum.
Y es que sí, les dolió la derrota a no pocos que no quieren aceptar que, las oligarquías que se niegan a reconocer que el pueblo de México no las quiere en el poder, manipularon cifras en la idea de que así, se ganan las elecciones.
Estas elecciones volvieron a reiterar que, no se ganan elecciones con memes y freses ocurrentes, tampoco con baños de pueblo o like en las redes sociales. Se tiene que llegar a la sensibilidad de las masas, por lo general desplazadas por gobiernos con óptica neoliberal, que están pagando las consecuencias de eso en distintas partes del mundo, aun se de la reacción de gobiernos de derecha como el ecuatoriano, o el Argentino ante España, por tener gobiernos “socialistas”.
No es que no se tome en serio, pero ha sido la misma clase política la que ha desprestigiado a sus partidos, sobre todo por lo que evitan las contiendas internas y se reparten las llamadas plurinominales, y es ahí en dónde se ve el nivel de corrupción política en esas siglas, que presenta a los críos del tráfico de influencias.
Ya en breve sabremos –cuando queden limadas o aceptadas las impugnaciones ante el TEE- quienes son los que se beneficiaron adquiriendo, negociando, “mereciendo” una su plurinominal, sea estatal o federal, para representar “dignamente” al pueblo de Chiapas.