Editorial

17/junio/2024

 

 

 

Estudios recientes revelaron que en el mundo se construyen 83 nuevas -38 de ellas enormes- refinerías, que empezarán operaciones en 2025, ante las que la refinería Olmeca, en Paraíso, Tabasco, es como un lunar.

 

O sea, que el presunto llamado mundial a la descarbonización solo se escucha, pero nadie lo aplica, esto porque Dos Bocas fue motivo de mucha critica porque en el mundo, se opta por energía limpia.

 

México no es el único país que continúa apostando por nuevos proyectos con los hidrocarburos, pues si bien avanza la tecnología para el transporte no contaminante, la reacción estadunidense a la alza de aranceles a los autos eléctricos chinos advierte que, aun hay mucha oposición real, aparte de que el avance tecnológico no es para carga pesada, solo pasaje.

 

No hay motores eléctricos capaces para recorrer las grandes distancias que suelen transitar camiones de contenedores, ni aviones o buques de carga: no dan en kilometraje o capacidad de carga-desplazamiento.

 

Los nuevos complejos de refinación están ubicados principalmente en Medio Oriente y Asia, y ya la sabe: Europa y Estados Unidos dicen que su tendencia apunta hacia el cierre de las plantas de combustibles o a la transformación de los complejos hacia la producción petroquímica y de biocombustibles, cuando no es cierto. Esas naciones son de las que más consumen energía, hidrocarburos, recursos naturales, en cuanto a que, su poder adquisitivo es mayor.

 

Pero al menos en la UE ya determinaron un límite: 2050, y los fabricantes de unidades pesadas, tienen que aplicarse, y esperemos que el desarrollo de los motores eléctricos para carga sea potencial, sin que sea por fusión nuclear o combustible fósil como lo es actualmente.