No es la primera vez que el tema de la delincuencia y sus consecuencias dañinas para la sociedad se usan a modo, y tampoco la primera que no sorprende el morbo que de eso deriva, que no es otra que la explotación por parte de los medios -generalmente electrónicos-, y más si se registran hechos de sangre, que aprovechan los adversarios políticos del gobierno de que se trate, como se ha visto en Chiapas.
Y así, nuestro pueblo, más por morbo que por corroborar, se enchufa a un canal de televisión u onda hertziana, mientras los hacen ver y oír chucherías publicitarias.
Del Sureste Mexicano, dos entidades destacan por su seguridad probada dentro de la media nacional y esto dicho por el sistema nacional de seguridad, y son Yucatán y Chiapas: uno aún panista y el otro morenista; la diferencia es que en esa entidad del Golfo de México las condiciones geográficas no son favorables para el crimen organizado, y menos con la tecnología droom que describe y descubre incluso a los piratas que asaltan a las lanchas camaroneras mar adentro, en la llamada Sonda de Campeche, lo que permite ubicarlos en “tres patadas” y arrestarlos en aguas nacionales pues, la piratería es como un asalto en despoblado; Chiapas se complica por su orografía y selvas, desde años ha en que se dice que es paso de todo, en especial por la porosidad de su selva, y aunque se minimice los índices de seguridad, es una entidad que no se eleva a los números de Guanajuato o Guerrero, que desde luego se debe anticipar y resolver, porque el músculo criminal no se debe dejar crecer a los índices de esas entidades.
Regresando, causa mucho ruido en las redes sociales el hecho de que un periodista cuestione la seguridad en la entidad, y replican el “escándalo” que no es tal luego, como lo hicieron con la versión inexacta de que la DEA investigaba al mandatario chiapaneco, y que formó parte del esquema con que se habló desde el extranjero, sobre AMLO y sus nexos con el narco, incluso se hizo lo mismo con la doctora Sheinbaum.
Sí, va a ser difícil resolver ese problema.
Complejo, enmarañado con las clases pobres, esa es la verdad, y pues será la tónica y retórica que mantendrá la oposición agobiada por las estadísticas en su contra y la tremenda división que se está generando en los estados, en un tema que no tiene caso guardarlo.