Eduardo Ramírez Aguilar es ya el gobernador electo del estado de Chiapas.
Una entidad que significa un gran reto, por lo que señaló que no está para triunfalismos, no hasta que se vean logros.
Abramos nuestra conciencia, señaló. Y llamó a la unidad, sin fanfarronerías.
Y es que en efecto, por Chiapas hay que trabajar y mucho, pues tres años y seis años, se van rápido, por lo que no se pueden quedar –y se refirió a todos los que ganaron elecciones, incluyéndose- embriagados en la victoria; la principal batalla es entregarle cuentas al pueblo que dio el triunfo: cumplirles a cabalidad.
Por eso habrá un acuerdo de fraternidad social y política para Chiapas: acuerdo en su origen político, discursivo, porque es permanente, de mutua voluntad, sin componendas, no un pacto político porque eso es temporal, además de que el acuerdo comprende a todos los sectores y el mosaico social de Chiapas.
Convocó también a los maestros para que presenten un modelo educativo, incluyente, pero destaca también el establecer una cultura de paz, la que hay que construir para una mejor sociedad, mejor tolerancia e inclusión.
Así que el plan Chiapas transformador de Eduardo Ramírez Aguilar inicia el 8 de diciembre: se va a celebrar con resultados; ahora no, hasta que se vean logros, dijo, agregando que tiene un compromiso y lo va a cumplir.
La transición empieza en unos días, y será pacífica, profesional, respetuoso del protocolo, del gobernador Rutilio Escandón y su equipo.
Convocó a la unidad incluyendo a la oposición, pues tiene cercanía con todos los actores políticos de todos los pueblos de Chiapas.
Y dejó en claro: no tengo compromisos con nadie, por lo que nadie puede usar su nombre: “No está fácil el reto; llegué en libertad”, y eso le da autoridad para tomar decisiones por el bien común y en la construcción de la 4T que convoca Claudia Sheinbaum, la presidenta electa de México.
Por ello convocó a los legisladores locales a retomar los diálogos por la transformación, porque de ahí hay muchas iniciativas que hay que construir y de ahí derivará la agenda legislativa afines a la 4T de su gobierno.
Porque se trata de hacer historia, no de hacer política.