Tubo de ensayo

30/mayo/2024

 

René Delios

 

¿Y para el lunes 3 de junio, qué?

 

¿Seguiremos con dos México: el de izquierda renovada y el de derecha arrepentida?

¿Si gana Xóchitl, la ultra derecha le va a cobrar a los morenos y aliados seis años de haberlos despojado del presupuesto cuando, eso lo determinaron los votantes?

¿Y sí gana Claudia, seguiremos con una nación polarizada, porque va a llevar a México hacia al socialismo para “administrar” la pobreza en que la 4T tiene al país?

Luego de un sexenio de manipuleo informativo –porque han sido muchas las campañas mediáticas con dolo e inquina-, sin resultados que demuestren que AMLO es el peor presidente que ha habido, y su candidata es una narco política como dice la señora Gálvez, solo tenemos que acudir a las estadísticas electorales para dejar en claro que nuestra gente no lo cree, y que creció políticamente en lo que va del sexenio, y ha sabido manejar la alternancia político que, no es obra de los partidos, sino del elector.

 

Pero esa es otra vaina.

 

La que no ocupa es que unos –la 4T- por tratan de recrear un sentido del nacionalismo que ya es obsoleto ante la globalización económica; otros por no ser empáticos con los connacionales menos favorecidos, que son el testimonio social del porqué las mayorías los sacaran del poder en 2018, y estamos polarizados, como desvinculados.

Insisto: ahí están los números del cómo entregaron esta nación, y se reflejan en las decisiones electorales de la gente, en solo un sexenio.

Pero les gusta elevar los contenidos, manipular a su propia gente; no han hecho otra cosa: lo hicieron con México durante treinta años en que de siempre hablaron que íbamos por la senda del progreso, y allá abajo, la miseria y baja calidad de vida se acumulaba, crecía, y no les importó.

Ahora difunden que doña Claudia es narca, y como en otras tantas acusaciones, no hubo resonancia, y hasta entre sus mismos seguidores de Xóchitl, entendieron que esta desesperada.

 

No, no gana.

 

Y no gana porque dejaron sobre sus hombros y equipo de trabajo la carga tremenda de la mala fama de un PRI, un PAN y un PRD, demeritados como desprestigiados.

¿O quien sostiene que en esos partidos ya cambiaron sus modos históricos de tráfico de influencias?

Digo, porque luego de que sus dirigentes se repartieron cada cual su plurinominal al senado, es claro que no.

Pero hasta eso le perdonaron a sus dirigentes los que claman “un cambio”, cuando la propia candidata Gálvez debió haber exigido la renuncia de los tres, y no lo hizo, dejando esa corrupción política germinando críos, lo que se replicó en los estados.

Y fue parejo: unos por encuestas, otros por consejo, pero el resultado es el mismo: los apadrinados llegan porque llegan, eso incluye a Morena y aliados, pues los partidos son verdaderas agencias de colocaciones, y entra de todo, y es por eso que vemos a cada varón y dama representándonos, según esto, en las cámaras federales o estatales.

No, es cierto, ya hay pocos líderes con el carisma, la presencia, la proyección de un Carlos Castillo Peraza, Luis H. Álvarez, Heberto Castillo, Gilberto Rincón Gallardo, Beatriz Paredes Rangel o Jesús Reyes Heroles. Los que están ahora dirigiendo partidos son bagazo político.

Por eso la calidad de la política es ínfima, y se refleja en todo tipo de negociaciones innecesarias, acuerdos ruinosos, opiniones so pretexto de la pluralidad del país que no es la voz del país, como se vio en esos desplegados de intelectuales, unos criticando a la 4T porque ya no los “apapachan” y otros apoyando a Claudia porque es la idónea.

 

No hay dos México.

 

Realmente solo hay uno, y lo veo –dijera Colosio- jodido, manipulado, con políticos triunfalistas antes sus magros logros, y por eso terminan en el cuestionamiento público de la banda.

Por eso de lo que se trata es de hablar de cosas posibles, desde las realidades evidentes, sea el tema de la seguridad, el desarrollo social y humano; el crecimiento infraestructural, la economía, la cultura y lo esencial: la educación, pues sin ésta, nada se desarrolla.

Lo dijo Fernando Savater: la educación como base del conocimiento, el conocimiento como base de la información, la información como base del desarrollo, por eso no puede haber desarrollo sin educación.

Un ejemplo de eso es Chiapas y su falta de desarrollo, entidad por años en el rezago educativo –y en eso no tiene nada que ver la CNTE, que es más bien una consecuencia del corporativismo en el SNTE, primero con Jonquitud y luego con Elba Esther- por la corrupción y ausencia institucional en ese sector, clave para la nación.

 

Pero esa también es otra vaina.

 

La que nos ocupa es si el lunes 3 de junio, los que pierdan, empezarán a promocionar otro México “mejor”, como ha sido el modo de la actual oposición en este sexenio de luces tenues.