René Delios
Desde luego que comparto eso de que en México se practica el doble lenguaje en la política, y para eso no hay excepciones y sí bastantes decepciones, incluyendo manipuleo del culto religioso, y en todo permeando los intereses, a veces hasta entre cruzados, entre la política y la seguridad, el ejercicio de gobierno y la inconformidad social, de la que se cuelgan hasta los que no deben, con tal de ganar imagen.
México ha padecido de todo en poco más dos décadas, desde que se dio la alternancia y llegó el PAN, que no resultó lo que esperaban e incluso, la violencia se disparó y desde esa oposición muy apoyada por los medios tradicionales de difusión, no lo quieren reconocer e incluso PRI y PRD van de la mano con el panismo, al que antes –no tiene mucho tiempo- detestaban pues la derecha son opulencia, cuando, igual el PRI –esa es la verdad- fue el abuso del poder.
Los medios se ocupan de otras cosas en vez de insistir en resolver las secuelas de la corrupción; la evidencia es muy notoria: pobreza, desfalcos, abuso de poder, y eso lo hace desde el agente de tránsito y hasta un gobernante: la corrupción no se erradica por decreto.
Es como la violencia existente: no va a desaparecer en el próximo sexenio: la que lo asegura es demagoga.
El crimen organizado tiene una cobertura enorme, nacional, y su presencia trasciende fronteras, en Europa, Asia, y ni se diga EU y Canadá.
Pero acá adentro nos siguen con temas intrascendentes, usados a modo político, sea Ayotzinapa, Tlatlaya –de la que ya ni se habla- y pasará así con los asesinatos de candidatos y víctimas colaterales en unos días en que se sepan los resultados electorales.
¿Son víctimas de la democracia?
Las acciones de reclamos, protestas e inconformidad por desaparición y el esclarecimiento del crimen, se puede agregar que aparte de que es un tema que han explotado por todos lados, y al que se le han montado todo tipo de grupos y organizaciones que solo han buscado imagen, para ésta fecha distrajo toda protesta.
La atención de los medios informativos, esta en otros lados: a ver qué pasa con el Tren Maya y sus recorridos de prueba, el del Tren del Istmo, en fin, incluyendo las mismas palabras de AMLO minimizando lo que pasa porque ya se va.
Ya había sucedido antes con otras cosas, como las demanda al tramo II del tren peninsular, en septiembre de 2020, lo dicho por la señora Beatriz Gutiérrez Müller -esposa de AMLO- en 2021, en 2022 por la ex jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, sobre el grupo Firme, y así ha habido situaciones que aparecen o la aparecen cuando, hay cierta muestra de incapacidad resolutiva de parte del gobierno de la 4T.
Destaca, desde luego, aquello en contra del laureado Mario Vargas Llosa, de “no leer” -sobre México-, en respuesta a las críticas del escritor peruano y ganador del Premio Nobel de Literatura -quién nunca ha querido a México- al responder en una entrevista con Carlos Loret de Mola -crítico acérrimo de AMLO- para el diario El Universal, que “sin ninguna duda el mandatario -o sea, AMLO- tiene deseos de reelegirse”; Vargas Llosa -de extrema derecha- fue el que bautizó al PRI como “La dictadura perfecta”, en un evento cultural organizado por Octavio Paz -que incluyó la asistencia de intelectuales de todo el mundo-, lo que motivó que Carlos Salinas de Gortari ordenara -un priista- que amablemente el intelectual saliera del país, lo que fue un escándalo en su momento.
Nadie se acuerda de eso.
Ahora, en doble lenguaje, esos que fueron señalados de poco democráticos por Vargas Llosa, lo entrevistaron a través de uno de sus escribanos, para que cuestionara a la “dictadura” de AMLO: así es la política de México.
Doble lenguaje, que todos aplicamos cuando debe ser, salvo a la hora de votar.
Les va a doler: no es un pueblo que despierta, es un pueblo que no olvida.