Arít León Rodríguez
Vea, hace más de 20 años, paso una historia cruenta en nuestro país: una unidad de radioterapia que contenía cobalto-60, -componente altamente radiactivo- fue comprada por pedido desde el Hospital de Especialidades de Ciudad Juárez a Estados Unidos.
Una máquina peligrosa y radioactiva.
Dos empleados del hospital vendieron esa máquina en 1983 al yonque “Fénix”, de Ciudad Juárez, y está de más decir que por empleados entendemos que fueron puestos altos mandos del hospital, y pues bien, en tercera venta la trasladó a la entonces paraestatal Aceros de Chihuahua, que la fundió a sabiendas de su origen para producir piezas metálicas y luego distribuirlas en 16 de los 32 estados del país.
Esa venta fue por algo más de seis mil toneladas de varilla irradiada –toxica, radiactiva- entre diciembre de 1983 y enero del año siguiente.
Cinco mil se vendieron a las familias mexicanas
Para 1985 el escándalo se destapó y en ese momento, oficialmente se detectaron 17 mil 636 construcciones con varilla contaminada, de las cuales algunas fueron demolidas
El gobierno enterró miles de varillas en el cementerio nuclear de Samalayuca, en Ciudad Juárez, pero no hizo nada por la gente, que hasta el día de hoy enfrentan cáncer de tiroides, quistes, nódulos en los pulmones, cardiomegalia, espondilitis esquilosante (artritis de columna) y un cumulo de infecciones.
Nadie les ha respondido ante este oprobio atroz hasta el día de hoy, justo como ha pasado con el mezquino, ruin e imperdonable caso de Duarte que al final no pago y las quimios cambiadas por agua, que eran destinadas a niñas y niños con cáncer.
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El día de ayer hubo un encuentro de artistas plásticos y musicales en la ciudad con la propuesta que Eduardo Ramírez ha manifestado en su candidatura por la gubernatura del estado de Chiapas.
Fue un encuentro organizado por un grupo de jóvenes emprendedores que se llama Jamachulel, el cual abarca todos los ámbitos y edades de artistas creadores y creativos del estado.
Son acercamientos aunque en otros momentos y épocas se han inventado no siempre ha tenido eco por parte de las autoridades y gobiernos en turno .
Aún cuando el arte no es una función primaria para la supervivencia sí que es una que desarrolla las habilidades y capacidades de las personas y una sociedad en conjunto, bien lo sabemos que más allá de los ámbitos armamentistas podemos entender la capacidad y desarrollo de un grupo social en base al arte y a la cualidad cultural que hayan logrado desarrollar.
Con la presencia de Jovani Salazar y muchos distinguidos artistas del estado, en medio de música, pinturas y arte, se planteo la necesidad y el deseo de que la visión estable de un gobierno incluyente considere a sus artistas como parte vital y necesaria del desarrollo del Estado.