Se intensifica el trabajo nefasto de la guerra sucia, incluyendo el de la candidata opositora Xóchitl Gálvez llamando candidata del narco a Claudia Sheinbaum, en tanto sus acusaciones sin sustento no surten efecto ante la opinión pública, incluyendo a la intelectual que “la sigue”, pues subir a esos tonos sin testimonio ya es atroz.
Al final de cuentas pecan de lo que se persignan, a riesgo de que lo popular no sea lo mejor que tienen, pero parece lo manipulable, y ante la clara influencia de Claudio X. González, quien ya aparece abiertamente, pues no cabe duda que es con todo, con lo que quede, luego de un sexenio de ataques que al final resultaron falsos.
Hay algo que destacar: la abanderada morenista Claudia Sheinbaum no ha usado la condición judicial de la hermana de Gálvez, acusada y procesada por de secuestro; obvio lo advierte la hidalguense pero su desesperación es mayor, y acusa sin sentido a su adversario de “narcocandidata”.
Ya van varias veces que insiste en ello cuando, su partido, el PAN, es el que tiene bajo proceso a varios ex funcionarios de Felipe Calderón, incluso en EU.
Así, X. González ante Morena: pidió al MC que se uniera a Gálvez, no que la alianza se uniera a Álvarez Maynez: al empresario solo le interesa sumar muy por encima de ideologías “ridículas”, pero dentro del MC hubo mucha oposición, desde la del gobernador de Nuevo León, Samuel García –del MC-, quien dejó en claro que con el PRIAN ni a la esquina, que fue lo mismo que precisó el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado.
Desde esas fechas ya tenían claro que el MC iba creciendo, que Jorge Álvarez Maynez iba remontando, que el MC se ve como partido emergente, en construcción, lo que viene por si Morena le falla, a esta nación que ya sabe aplicar la alternancia.